martes, 29 de noviembre de 2011

¿A quién pertenecen los espacios públicos?

A nadie en particular, pero sobre todo, jamás a los alcaldes de turno. ¿Qué entendemos por espacio público? Toda área que no es propiedad de ningún particular, que no se puede inscribir en los registros públicos y que pertenece, sin excepción, a toda la comunidad y cuyo registro, conservación y cuidado corresponde al gobierno local. Así, las veredas, las pistas, las plazoletas, plazas, parques, jardines de aislamiento y similares son los espacios públicos. Eso está claro, pero aquí viene un tema importante: la alteración, modificación y manejo de esos espacios ¿estaría a cargo, entonces, de los gobiernos locales? Así es, pero ¿Qué pasa, entonces, cuando los titulares de dicho encargo, los alcaldes, confunden responsabilidad con carta blanca? Es decir, cuando creen que con dichos espacios pueden hacer, literalmente, lo que les viene en gana. Se suceden estropicios monumentales, algunas veces irreparables, con gasto irrecuperable incluido y con grave alteración del entorno y paisaje urbano. Ejemplos nos sobran: Chorrillos es un caso emblemático y ni qué se diga de las provincias, sobre todo las que reciben las mayores transferencias dinerarias del gobierno central.
Hay algo, sin embargo, tan malo o peor que lo mencionado, cuando, por ejemplo, algunos particulares aprovechan, para beneficio personal, de uso o explotación comercial, esos espacios que por su carácter y naturaleza deberían ser intangibles. Desde los vendedores ambulantes que planchan calles con su "colabórame pues"; los profesionales de la mendicidad y la explotación sentimental de la pobreza, que se estacionan con bártulos, familia y hasta mascotas en la mitad de las veredas; los informales, con local propio y hasta autorización municipal de funcionamiento pero con vocación de apropiación de veredas para vitrinas, maniquíes y jaladores; los restaurantes y cafeterías, con prolongación de servicio de atención a veredas y jardines de aislamiento; las constructoras, con toma de áreas externas, por la fuerza y ante la actitud shakira, ciega y sordo muda, de las municipalidades correspondientes; los propietarios de terrenos, que al construir toman, al descuido y en complicidad municipal, áreas que no les pertenecen pero que son necesarias para sus intenciones: ochavos, retiros y similares; las autoridades locales que cierran calles inopinadamente y toman plazas por asalto, para realizar sus actividades de proselitismo político y para mantener su posicionamiento, cuando no para lucrar con socios y testaferros que se depositan con escandalosas, espantosas y ridículas ferias populares, además de "espectáculos" raperos y cumbiamberos, que mantienen a la población ocupada con la novedad y lejos, lo suficiente y necesario, de la fiscalización a su gestión.
¿Y qué hacemos? En primer lugar, tomar la decisión de recuperar y defender lo nuestro. Opinar y comprometerse con las decisiones que se tomen para el uso y puesta en valor de dichos espacios, previo inventario y registro de los mismos. Qué bueno sería que en vez del monumento a la familia o al perro desconocido, se hicieran parques, juegos infantiles, plazoletas y demás espacios para que los ciudadanos se reúnan y compartan momentos especiales. Las juntas vecinales, palo de gallinero de todas las gestiones municipales, deberían ser las encargadas de coordinar decisiones y acciones entre población y autoridad y no reducirse a ser los ayayeros de las autoridades de turno; los presupuestos participativos deberían ser, en lugar de la caja chica de autoridades y funcionarios, las fuentes de financiamiento de las obras para transformar y aprovechar al máximo, dichos espacios en beneficio de la comunidad; el gobierno metropolitano debería ser el coordinador y rector de las decisiones y acciones, planificadas, concertadas, eficientes y eficaces, así como de la realización de las obras para bien de cada distrito, prefiriendo las que se realicen en forma mancomunada y, finalmente, la actitud del gobierno central, que con su mal ejemplo de apropiarse y disponer de inmensas áreas de terreno eriazo, en lugar de sentarse a conversar con los alcaldes provinciales y metropolitanos para definir qué se puede hacer en beneficio de las propias comunidades. Hace falta, urgente, una labor de convocatoria y promoción, a todo nivel, de la necesidad perentoria de alcanzar el bienestar ciudadano. Si alguna vez algún presidente entendiera que solucionando los problemas en su nacimiento, cerca a su fuente u origen, es decir en el seno de las propias comunas, podríamos acabar con los problemas nacionales o reducirlos a su mínima expresión, habríamos dado el primer paso hacia nuestro verdadero desarrollo.

8 comentarios:

  1. Hola buenas tardes, Soy un joven que vive en chorrillos, y tengo el presentimiento que usted me puede ayudar en esta consulta que le haré:
    Es posible o legal que un sereno tenga la capacidad de "botarte" de un parque, tengo entendido que los parque son espacios publicos por lo que pienso que nadie te puede botar de estos. Me ha pasado ya en 2 ocaciones, la primera eran las 4 de la tarde y estaba con mi pareja sentados en un esquina de la urbanización Santa Leonor, frente a Plaza Lima Sur, y un sereno, los que pasan con sus bicicletas, nos dijo que por favor nos retiraramos porque a los vecinos no les gusta ver pareja por el lugar y me dijo que me tenia que retitar porque tenia una gorra y que asi viste los que roban, Esto seria discriminacion verdad??, Me quite la gorra y le dije que solo íbamos a hablar, pero el insistio en que no retiremos, mi pareja tenia que ir a trabajar a las 5, tampoco queria problemas asi que solo nos retiramos,
    En la segunda ocasión fue mas o menos por el mismo lugar solo a unas cuadras, ya eran las 8:30 p.m y con mi pareja decimos sentarnos a conversar, claro que nos besamos y abrazamos, no pasaron ni 15 minutos para que otro sereno en bicicleta venga y nos diga que tenemos que retirarnos, porque "no quiere tener problemas", le dije: "Cual es el motivo? si hay 3 chicos mas en el parque", no es que son ustedes pareja, Le dije que no me iba a retirar y asi lo hice.

    Quisiera que me diga si ellos tiene la capacidad de botarnos?
    Quiza por alguna razón de supuesta "seguridad", porfavor quisiera que me oriente respecto a este tema.

    Mucha Gracias, y me da mucho gusto que aya personas como usted que piense como usteded gracias.

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  2. No tengo excusas por la demora, lo lamento. La única limitación que debería existir en el uso de los espacios públicos es la auto impuesta por los propios vecinos, quienes por formación ciudadana, conciencia cívica y entendimiento de lo que es la convivencia en comunidad saben comportarse y respetar lo que piensa y espera el prójimo. No existe, ni podría existir, Ordenanza alguna sobre quiénes pueden o no, usar los parques, pero sí sobre comportamiento. Hay varios distritos que tienen ordenanzas específicas sobre el tema: se prohíben los tocamientos excesivos, las conductas eróticas, los espectáculos indebidos..... pero claro, ¿cuál es el límite? Mientras el uso de una banca, mi estimado Diego, o dado el caso, el grass, no sea usado para prácticas indebidas, nadie puede decirte que te retires. Existe, por otro lado, mucho nerviosismo por parte de los agentes de seguridad sobre supuestas parejas que se sientan en una banca, frente a zonas residenciales que podrían ser delincuentes en trabajo de reglaje. En fin, es un tema por el que nuestra cucufata y escandalizable sociedad, nos tiene oprimidos, por las puras. Tu período de adaptación de convivencia en comunidad recién empieza mi estimado amigo.

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    1. Hola que tal, tengo una consulta , yo vivo por comas y por mi casa hay un parque y llevo ahí a mi mascota para que orine, y cada vez que lo hace recojo sus desechos, pero siempre los vecinos me prohíben que me perro se orine en el parque, también hay perros de la calle que se orinan ahí y no pasa nada, la pregunta es, ¿Los vecinos pueden prohibirnos a no llevar nuestras mascotas al parque para sus necesidades fisiologicos? Porque tengo entendido que el parque es un espacio público y todos pueden ir a pasear a sus perros y recoger sus heces. Espero me ayude con esa inquietud, gracias .

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  6. Buenas tardes, lamento haber perdido la continuidad con el Blog y dejar tan importante comentario sin respuesta. Las ciudades son para las personas y la convivencia con mascotas tiene una reglamentación que aunque no se cumpla, existe. Nuestros espacios públicos no son servicios higiénicos de las mascotas. Las necesidades de dichos animalitos deben ser resueltas en su propia casa. Debería, como ya se estila en algunos distritos, disponerse de espacios específicos para que las mascotas puedan correr, jugar y hasta hacer sus necesidades, pero mientras tanto se debe respetar, en primer lugar, al ciudadano. Lamentablemente, aunque los orines de las mascotas no den tan mal aspecto como sucede con las heces, sí convierten los espacios públicos en irrespirables y eso no es correcto. Ratifico mi exposición original, los espacios públicos son de todos los ciudadanos y no son propiedad particular de nadie. Respetemos ello.

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