viernes, 24 de junio de 2022

MASCOTAS ASESINAS - AUTORIDADES MUNICIPALES INERTES

Se ha producido recientemente, en Magdalena del Mar, el caso (reiterado) del feroz ataque de un perro pitbull a una vecina, se le destrozó la mano, su mascota personal recibió un feroz mordisco en el hocico y la autoridad municipal, a través de un miembro del serenazgo que presenció el hecho, se limitó a decir que sí pues, que ese perro era conocido por sus ataques, que vive en tal sitio, que pertenece a tal familia y ya está, se acabó la participación de la autoridad. La persona propietaria del can, corrió con los gastos de emergencia, se solidarizó con la persona atacada y ya está, se acabó el problema. El trauma sufrido por el animalito que fue mordido, ameritaba la intervención de los amantes de los animales, solicitando la máxima pena al agresor y el resarcimiento a su propietaria por las secuelas que dicho trauma dejará, pero no ha habido pronunciamiento alguno; por otro lado, el tremendo trauma de la señora que casi pierde una mano por la ferocidad del ataque, producido en el límite e interior de su propia vivienda y las secuelas del hecho: inhabilitación para trabajar  durante por los menos algunos meses, no han merecido el pronunciamiento de la municipalidad

Pero vamos a ver, este no es un caso aislado, no es la primera vez que se produce y, probablemente, tampoco será la última. Y, ¿eso está bien? Pues fíjense que no. En el Perú, desde el 22 de Noviembre del año 2001 tenemos vigente la Ley 27596, que REGULA EL REGISTRO JURÍDICO DE CANES y, desde el 21 de Junio del año 2002, tenemos el D.S. 006-2002-SA, que es el Reglamento formulado dentro de los alcances de la Ley Nº 27596 que regula el Régimen Jurídico de Canes, especialmente aquellos considerados potencialmente peligrosos, a fin de salvaguardar la integridad, tranquilidad y salud de las personas.

Además, en el artículo 10° de la mencionada Ley, se señalan las competencias municipales, provinciales y distritales, para llevar el registro integral de los canes domiciliados dentro de su territorio, con la obligación de indicar su característica de potencialmente peligroso, señalando los antecedentes de ataques y similares en los que hubiera incurrido. Y se señala la necesidad de coordinar entre la municipalidad provincial y las distritales, al respecto. Perdón, ¿qué es eso? Se refiere al trabajo, necesariamente informado y coordinado entre la autoridad provincial y las distritales, que en el país, no funciona y que mayormente se desconoce. Y, en el caso de Lima es grotesco, ya que en el período administrativo 2019-2022 el alcalde metropolitano y varios alcaldes distritales dicen pertenecer al mismo partido político, pero al parecer cada uno de ellos actúa como quiere y le conviene.

Pero, como si fuera poco, la mencionada ley conmina a las municipalidades para dictar las normas reglamentarias necesarias para su aplicación. O sea, cada municipalidad distrital debería tener su propia ordenanza al respecto o, en su defecto, ampararse y hacer cumplir la ordenanza metropolitana, que exista. Y, entonces, si esas ordenanzas existen, ¿por qué no se procede a la debida aplicación de las normas vigentes, a penalizar como se debe, a exigir resarcimiento como se debe?, en fin ¿por qué no se dispone que en esta ciudad nadie debería criar perros potencialmente peligrosos si antes no los registra, no obtiene la licencia respectiva, no declara que en la vivienda en donde habita el potencial asesino de 4 patas, todo está bien?, que, además, el propietario como lo exige la ley, cuenta con el Certificado o Constancia de Aptitud Psicológica que significa algo así como que demuestre que es capaz de criar, adiestrar, conservar y "pasear" a los animales potencialmente peligrosos y que, por tanto, carece de rasgos psicóticos que lo empujan a usar a sus fieros animales como armas letales en perjuicio de los demás. 

Finalmente y "según el Reglamento de la norma, los dueños de canes considerados peligrosos deben contratar un seguro de responsabilidad civil contra los daños que puedan ocasionar sus canes, como requisito para obtener su licencia de propiedad. La cobertura del seguro es de carácter anual y el beneficio es para cada víctima.
Según el Reglamento en su artículo 8, son considerados canes potencialmente peligrosos: la raza canina, híbrido o cruce de ella con cualquier otra raza del American Pitbull Terrier, además todos aquellos que han sido adiestrados para peleas o que hayan participado en ellas, los que tengan antecedentes de agresividad contra las personas, así como los híbridos o cruces de diferentes razas que no puedan asegurar su sociabilidad, temperamento o carácter, se incluye aquellos adiestrados para incrementar y reforzar su agresividad”.(APESEG)

O sea, todo está claro, todo está normado, todo tiene severas sanciones, pero nada se aplica y las autoridades distritales miran para otro lado ante estos feroces ataques, que Dios no lo quiera, algún día cobren la vida de alguna criatura indefensa, que juega desprevenida, en un parque, en la puerta de su vivienda o en los nuevos espacios públicos. 

La omisión de funciones, en las dependencias municipales es grave, pero la lenidad e indiferencia de quienes, como autoridades electas, han recibido el encargo de velar por una comunidad y su desarrollo, es inaceptable y en este caso concreto, es potencialmente criminal y también debería ser severamente penalizado.


lunes, 13 de junio de 2022

CONSTRUYENDO NUESTRAS CIUDADES - Los Ciudadanos.

Cuando habitamos una ciudad, sea porque allí nacimos o porque a ella llegamos, por necesidad o conveniencia, somos responsables, para adelante, de lo que en ella suceda incluyendo los errores o aciertos que se cometan.  Una ciudad, normalmente, existe desde antes de nuestra aparición y ya cuenta con marcos normativos, con poblaciones previamente existentes, con una infraestructura y equipamiento urbano determinados y con una historia que explica y avala dicha existencia. Entonces, no somos creadores del espacio que habitamos y su entorno, pero sí somos responsables de lo que será o en lo que se convertirá, en los próximos años y todo depende de nosotros mismos, LOS CIUDADANOS.

Nuestra ciudad, nuestra casa grande, debería llenar los requisitos de un buen lugar para vivir; que pueda brindarnos todas las posibilidades para alcanzar nuestro BIEN ESTAR, contando, entre otras cosas,  con un entorno amigable y que su infraestructura crezca y se desarrolle con nosotros, en base a nuestras expectativas, nuestros propios sueños de realización, pero y sobre todo, en la seguridad de que las personas, familias, que comparten su territorio conmigo, también comparten ideas similares sobre lo que es un lugar ideal para vivir. 

No es suficiente, entonces, que yo tenga "mi" casa propia, que cubra "mis" necesidades personales, familiares y que no me meta ni le cause problemas a nadie. Pues no, para VIVIR EN COMUNIDAD se necesita mucho más. Debo ser consciente de que no existo ni vivo solo, que así como exijo respeto para mi forma de vivir, excentricidades incluidas, también debo respetar a los demás y su peculiar forma de vivir, asegurándome de que TODOS nos sentimos bien, cediendo en algunas cosas, ratificando otras y exigiendo otras más. Así como todos tenemos derechos humanos universales que se exigen y se cumplen, también tenemos DERECHOS URBANOS, que surgen de una especie de PACTO DE CONVIVENCIA URBANA  tácito, que establecemos como patrón de comportamiento, basándonos no solo en la las leyes, la urbanidad, la moralidad y demás, sino en cosas intangibles, que habitan y podrían desarrollarse en nuestro sub consciente, como la IDENTIDAD CIUDADANA, el SENTIDO DE PERTENENCIA, la CULTURA CIUDADANA y la REPONSABILIDAD CIUDADANA, que se reduce a, por ejemplo: Sí pues, Soy CHICLAYANO, amo a mi ciudad, estoy orgulloso de ella y soy capaz de cualquier cosa por ella.    

No hay forma de alcanzar un BUEN NIVEL DE CALIDAD DE VIDA sino establecemos en forma conjunta, yo y los demás, los demás y yo, la idea clara de la manera en cómo queremos vivir, en qué queremos convertirnos, como comunidad y cómo queremos que sea vea y se aprecie nuestra ciudad. Tenemos que pensar entonces en organizarnos convenientemente, establecer normativas y planes, serios y factibles que garanticen que todo lo que hagamos estará siempre dirigido hacia el objetivo único y excluyente, de mejorar nuestra calidad de vida. Menos mal, que en el país ya existen estructuras ciudadanas básicas, que nos indican cómo proceder y qué es lo que tenemos que hacer para lograrlo. De nuestra capacidad y decisión depende revisar dichos procesos y fórmulas y mejorarlos, si cabe, para alcanzar nuestro objetivo.

Queda claro, entonces, que LA RAZÓN DE SER DE UNA CIUDAD ES EL CIUDADANO que toda su infraestructura y equipamiento urbano, además de los servicios básicos y complementarios, así como su ordenamiento y proyección futura, gira en torno a él y su familia. Y ¿cómo lo logramos? Teniendo las cosas claras, informándonos, opinando, debatiendo, exigiendo, si fuera necesario, que todo lo que se haga dentro y fuera de nuestras ciudades, sea para NUESTRO ÚNICO Y EXCLUSIVO BENEFICIO.

Tenemos DERECHOS, por supuesto, pero con ellos vienen nuestros deberes y responsabilidades. Al convivir con otras personas, con otras familias, necesitamos ordenarnos, necesitamos en primer lugar, ponernos de acuerdo hacia adónde queremos ir, cómo queremos vivir y qué tenemos que hacer para lograrlo. Eso se llama ORGANIZACIÓN. Ya hemos dejado atrás los clanes y las tribus, las cuevas y la ley del más fuerte. ahora necesitamos un ambiente de concordia, de paz, de armonía, de PONERNOS DE ACUERDO, Ya nos hemos organizado en territorios/municipios y tenemos instituciones que nos gobiernan, la más cercana a nosotros, la municipalidad y también tenemos definida la forma de elegir a nuestros gobernantes; pero sucede que un buen gobierno, una buena gestión municipal es, en un 60 %, producto de nuestra elección personal y la forma en que se conduzcan esas autoridades estará en proporción directa a la calidad y cantidad de nuestra PARTICIPACIÓN CIUDADANA. La calidad de nuestro entorno, los vecinos que tengamos, las normas que nos gobiernen y los proyectos a mediano y largo plazo, son también de nuestra entera responsabilidad. Los malos gobernantes, municipales, regionales y nacionales, no llegan al poder y a disponer de nuestros presupuestos y de nuestro propio futuro por obra de milagro, sino por nuestra elección consciente y razonada y se mantienen o reeligen, a pesar de ser incapaces o corruptos, por nuestra desidia e indiferencia.

Entonces, esas hermosas ciudades que sabemos que existen, pero bien lejos de nuestra realidad, no responden a un hechizo, a un acto de birlibirloque, sino a un arduo trabajo, conjunto, de los ciudadanos y sus representantes o gobernantes de turno.

Y ahora que ya sabes cómo funcionan las ciudades, quieres mejorar la tuya? Solo depende de ti y de tu decisión para lograr el cambio necesario.