lunes, 13 de junio de 2022

CONSTRUYENDO NUESTRAS CIUDADES - Los Ciudadanos.

Cuando habitamos una ciudad, sea porque allí nacimos o porque a ella llegamos, por necesidad o conveniencia, somos responsables, para adelante, de lo que en ella suceda incluyendo los errores o aciertos que se cometan.  Una ciudad, normalmente, existe desde antes de nuestra aparición y ya cuenta con marcos normativos, con poblaciones previamente existentes, con una infraestructura y equipamiento urbano determinados y con una historia que explica y avala dicha existencia. Entonces, no somos creadores del espacio que habitamos y su entorno, pero sí somos responsables de lo que será o en lo que se convertirá, en los próximos años y todo depende de nosotros mismos, LOS CIUDADANOS.

Nuestra ciudad, nuestra casa grande, debería llenar los requisitos de un buen lugar para vivir; que pueda brindarnos todas las posibilidades para alcanzar nuestro BIEN ESTAR, contando, entre otras cosas,  con un entorno amigable y que su infraestructura crezca y se desarrolle con nosotros, en base a nuestras expectativas, nuestros propios sueños de realización, pero y sobre todo, en la seguridad de que las personas, familias, que comparten su territorio conmigo, también comparten ideas similares sobre lo que es un lugar ideal para vivir. 

No es suficiente, entonces, que yo tenga "mi" casa propia, que cubra "mis" necesidades personales, familiares y que no me meta ni le cause problemas a nadie. Pues no, para VIVIR EN COMUNIDAD se necesita mucho más. Debo ser consciente de que no existo ni vivo solo, que así como exijo respeto para mi forma de vivir, excentricidades incluidas, también debo respetar a los demás y su peculiar forma de vivir, asegurándome de que TODOS nos sentimos bien, cediendo en algunas cosas, ratificando otras y exigiendo otras más. Así como todos tenemos derechos humanos universales que se exigen y se cumplen, también tenemos DERECHOS URBANOS, que surgen de una especie de PACTO DE CONVIVENCIA URBANA  tácito, que establecemos como patrón de comportamiento, basándonos no solo en la las leyes, la urbanidad, la moralidad y demás, sino en cosas intangibles, que habitan y podrían desarrollarse en nuestro sub consciente, como la IDENTIDAD CIUDADANA, el SENTIDO DE PERTENENCIA, la CULTURA CIUDADANA y la REPONSABILIDAD CIUDADANA, que se reduce a, por ejemplo: Sí pues, Soy CHICLAYANO, amo a mi ciudad, estoy orgulloso de ella y soy capaz de cualquier cosa por ella.    

No hay forma de alcanzar un BUEN NIVEL DE CALIDAD DE VIDA sino establecemos en forma conjunta, yo y los demás, los demás y yo, la idea clara de la manera en cómo queremos vivir, en qué queremos convertirnos, como comunidad y cómo queremos que sea vea y se aprecie nuestra ciudad. Tenemos que pensar entonces en organizarnos convenientemente, establecer normativas y planes, serios y factibles que garanticen que todo lo que hagamos estará siempre dirigido hacia el objetivo único y excluyente, de mejorar nuestra calidad de vida. Menos mal, que en el país ya existen estructuras ciudadanas básicas, que nos indican cómo proceder y qué es lo que tenemos que hacer para lograrlo. De nuestra capacidad y decisión depende revisar dichos procesos y fórmulas y mejorarlos, si cabe, para alcanzar nuestro objetivo.

Queda claro, entonces, que LA RAZÓN DE SER DE UNA CIUDAD ES EL CIUDADANO que toda su infraestructura y equipamiento urbano, además de los servicios básicos y complementarios, así como su ordenamiento y proyección futura, gira en torno a él y su familia. Y ¿cómo lo logramos? Teniendo las cosas claras, informándonos, opinando, debatiendo, exigiendo, si fuera necesario, que todo lo que se haga dentro y fuera de nuestras ciudades, sea para NUESTRO ÚNICO Y EXCLUSIVO BENEFICIO.

Tenemos DERECHOS, por supuesto, pero con ellos vienen nuestros deberes y responsabilidades. Al convivir con otras personas, con otras familias, necesitamos ordenarnos, necesitamos en primer lugar, ponernos de acuerdo hacia adónde queremos ir, cómo queremos vivir y qué tenemos que hacer para lograrlo. Eso se llama ORGANIZACIÓN. Ya hemos dejado atrás los clanes y las tribus, las cuevas y la ley del más fuerte. ahora necesitamos un ambiente de concordia, de paz, de armonía, de PONERNOS DE ACUERDO, Ya nos hemos organizado en territorios/municipios y tenemos instituciones que nos gobiernan, la más cercana a nosotros, la municipalidad y también tenemos definida la forma de elegir a nuestros gobernantes; pero sucede que un buen gobierno, una buena gestión municipal es, en un 60 %, producto de nuestra elección personal y la forma en que se conduzcan esas autoridades estará en proporción directa a la calidad y cantidad de nuestra PARTICIPACIÓN CIUDADANA. La calidad de nuestro entorno, los vecinos que tengamos, las normas que nos gobiernen y los proyectos a mediano y largo plazo, son también de nuestra entera responsabilidad. Los malos gobernantes, municipales, regionales y nacionales, no llegan al poder y a disponer de nuestros presupuestos y de nuestro propio futuro por obra de milagro, sino por nuestra elección consciente y razonada y se mantienen o reeligen, a pesar de ser incapaces o corruptos, por nuestra desidia e indiferencia.

Entonces, esas hermosas ciudades que sabemos que existen, pero bien lejos de nuestra realidad, no responden a un hechizo, a un acto de birlibirloque, sino a un arduo trabajo, conjunto, de los ciudadanos y sus representantes o gobernantes de turno.

Y ahora que ya sabes cómo funcionan las ciudades, quieres mejorar la tuya? Solo depende de ti y de tu decisión para lograr el cambio necesario.

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