miércoles, 21 de junio de 2023

La Autoridad Municipal y las Empresas Prestadoras de los Servicios Públicos.

No se puede entender el por qué la autoridad Municipal no asume la defensa de sus vecinos respecto de la calidad de la prestación de los servicios públicos, agua, alcantarillado e iluminación, que brindan las empresas autorizadas para hacerlo. Vamos a ver, en la LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES (27972), se establece claramente, en su artículo X, referido a la PROMOCIÓN DEL DESARROLLO INTEGRAL que:  

"Los gobiernos locales promueven el desarrollo integral, para viabilizar el crecimiento económico, la justicia social y la sostenibilidad ambiental. La promoción del desarrollo local es permanente e integral. Las municipalidades provinciales y distritales promueven el desarrollo local, en coordinación y asociación con los niveles de gobierno regional y nacional, con el objeto de facilitar la competitividad local y propiciar las mejores condiciones de vida de su población". O sea, la correcta prestación de los servicios básicos de agua, alcantarillado y alumbrado público TAMBIÉN son responsabilidad de la autoridad y sus funcionarios, siendo la fiscalización de dichos servicios, atribución y obligación de estos últimos, tal como lo indican sus propias herramientas de gestión, como son el Reglamento de Organización y Funciones (ROF) y el Manual de Organización y Funciones (MOF), en donde se señalan a las áreas funcionales que deberían velar por la buena prestación de los servicios básicos. 

Si bien es cierto, las propias municipalidades no tienen capacidad sancionadora sobre las empresas prestadoras del servicio, sea Enel o Luz del Sur en el caso de Lima, sí pueden y deberían hacerlo, enviar, ante una notoria deficiencia o interrupción del servicio, un oficio conminativo a dicha empresa y copia del cargo con la denuncia respectiva a Osinergmin, el ente regulador nacional, para que proceda a emitir la sanción que corresponda. Tenemos en vigencia Leyes y Decretos Supremos, como el 020-97-EM, que señalan, reglamentan y sancionan las obligaciones no cumplidas por las empresas prestadoras del servicio de alumbrado público, que no solo obligarán a la restitución inmediato del servicio, cuando éste falte, sino que además supervisarán el descuento respectivo, en el siguiente recibo de energía, por el servicio no prestado por el tiempo determinado, en el rubro Alumbrado Público. Si la autoridad municipal no interviene es porque desconoce sus  atribuciones, obligaciones y compromisos para con su comunidad, o simplemente, porque no le da la gana.

Las empresas prestadoras de servicios eléctricos también están obligadas a cubrir la demanda del servicio de alumbrado público, en la cantidad y calidad requeridas, que brinden la seguridad necesaria de las calles de la ciudad, en cuanto al número de las lámparas en uso, a la altura conveniente de las mismas, considerando árboles y obstáculos existentes y con la potencia necesaria. Pero, se ha realizado alguna vez, alguna revisión exhaustiva, por parte de la autoridad municipal, con el levantamiento de información y opiniones de los propios residentes, si el servicio de alumbrado público es suficiente y adecuado? ¿No? Bueno, pues deberían hacerlo.

Por otro lado, las obras de ampliación de redes y de servicios nuevos deberían estar sujetos, como la lógica y la norma lo imponen, a verdaderos criterios de factibilidad, es decir, si alguna empresa inmobiliaria, por ejemplo, pretende construir 120 nuevos departamentos, debería solicitar la factibilidad real para 120 nuevos servicios de energía eléctrica requeridos y las empresas prestadoras deberían responder con la certeza y responsabilidad necesarias, si están en capacidad de atender a esa nueva carga solicitada, en la seguridad de que cuentan con las facilidades para ello, sin perjudicar a los servicios ya existentes en una zona determinada. Las caídas de tensión, producto de las sobre cargas, malogran indefectiblemente nuestros artefactos electro domésticos y producen los indeseables apagones que causan serios problemas a nuestro diario vivir. ¿Algún funcionario municipal ha emitido un informe de situación o diagnóstico sobre la carga instalada y su proyección necesaria para el crecimiento inmobiliario actual? ¿No? Pues debería, porque esa es su responsabilidad.

Finalmente, la infraestructura urbana de la ciudad, debería mantenerse en un excelente nivel, pero es continuamente deteriorada física y visualmente por las nuevas instalaciones o sus reparaciones, además de la proliferación de cableados innecesarios y el incorrecto mantenimiento de los mismos y, aparentemente, tampoco hay sanción por ello.

La omisión de funciones por parte de la mayoría de los funcionarios que deberían ocuparse de este asunto es evidente, pero no se emiten las respectivas sanciones administrativas aunque sí les cabe responsabilidad; además, la autoridad municipal en su más alto nivel, el Concejo Municipal, se hace el desentendido y no sabe, no opina, al respecto. Sí pues, existen muchos derechos ciudadanos que desconocemos, muchas responsabilidades funcionales ausentes y demasiados culpables, que están pasando desapercibidos. 

Reitero que la CALIDAD DE VIDA de nosotros, los Ciudadanos, es un derecho que debemos aprender a defender.




jueves, 8 de junio de 2023

¿Cómo les va a las nuevas autoridades Municipales?

A casi 6 meses cumplidos, para un período de 4 años de administración municipal, la respuesta tendría que ser, MAL, PERO MUY MAL. Salvo honrosas excepciones y chispazos de buen proceder, las más de 1,800 municipalidades del país se encuentran en el limbo. Entre algunas autoridades que no saben por dónde comenzar, porque nunca tuvieron claro de que se trataba eso de LA GESTIÓN MUNICIPAL o porque todavía no encuentran la forma clara y precisa de cargarse los presupuestos, que para eso postularon y las otras, que ya empezaron a despacharse las partidas presupuestarias a su regalada y antojadiza gana, nuestras Ciudades y Comunidades Urbanas, se encuentran sumidas en la inercia o total abandono.

Vamos a ver, empecemos por reconocer que el proceso electoral municipal es un chiste, postula quien sea, como sea y con la plata del que sea. Que se traduce en que el nulo conocimiento y la poca capacidad, terminan asociándose con auspiciadores angurrientos, que luego reclamarán "su inversión", a la buena o a la mala. Pasamos luego a la votación ciudadana, que es tan graciosa como irracional: Ese es bonito, Esa es sexi y ya está, tenemos ganador/a. Nadie, ni las autoridades electorales competentes ni los ciudadanos, exigen el debate, la presentación de propuestas serias, ni siquiera los antecedentes reales de los competidores y sus equipos de regidores y las elecciones, salvo otra vez las excepciones, terminan siendo más de lo mismo o peor que la anterior.

Se inicia la administración y los entrantes ni siquiera piden cuentas de lo recibido a la gestión anterior, o porque ellos mismos han sido los esperados para cubrir el mal proceder de los que salen o, en la necesidad de subsistir, se cubren para, tampoco, ser auditados cuando se retiren, en una clara práctica de, Entre gitanos no nos vamos a leer la suerte.

En las últimas décadas, la politiquería peruana y sus engendros, los partidos políticos,  se han repartido la torta municipal con malas prácticas, sucias maniobras y no pocas convenientes engrasadas a los supuestos regidores opositores, que entran como leones heridos y terminan como corderitos mimados, al servicio del ganador de turno, claro.

Pero, ¿es tan difícil exigir que postulen buenos candidatos y que se elijan solo a los mejores? Pues, no. Es sencillísimo. Claro, siempre y cuando exista la voluntad necesaria para ello. Sólo hay que ponernos serios y exigir el cambio de algunas cosas. Por ejemplo, por una razón absurda e inexplicable, puede postular a una alcaldía, cualquier ciudadano peruano, mayor de edad. Requisitos: Ser peruano con DNI, sin condena penitenciaria y vivir, o decir que vive por lo menos, dos años seguidos en la provincia y distrito por los que postula. Y ya está. No importa si no sabe sumar ni con los dedos o si es el más tramposo del barrio. Esos no son requisitos vociferará su jefe de campaña. De allí a aliarse con las empresas que tienen intereses a futuro, hay un paso y luego de 10 licitaciones o 20 licencias amañadas de por medio y ya saneada la deuda personal adquirida en campaña, lo que sigue es hacer caja para la jubilación anticipada del suertudo electo.

Y los señores ciudadanos, qué dicen? Al parecer, mayormente desconocen todo y luego, ya en el ejercicio del cargo del susodicho elegido, a los Ciudadanos solo les quedan dos opciones, callar y bajar la cabeza, mientras se reciben palmaditas en el hombro, lonchecitos de vez en cuando y condecoraciones inventadas o, convertirse en los malos de la película, los quejosos de siempre y los inconformes de toda la vida, como suelen llamarnos a los que no nos gusta quedarnos calladitos. 

Y sí pues, estamos mal y seguiremos peor, hasta que los propios Ciudadanos decidamos tomarnos en serio a nosotros mismos y nos hagamos responsables de nuestras Ciudades.

Por ahora, basta que entendamos que LOS ALCALDES Y LOS REGIDORES ELECTOS no son más que empleados temporales, contratados por un patrón que es EL CIUDADANO y que a cambio de un generoso sueldo o dieta, deberían inmolarse trabajando por la Comunidad a la que han jurado SERVIR. Sí pues, habrá qué pensar CÓMO HACEMOS PARA QUE ELLO SE CUMPLA.


martes, 27 de diciembre de 2022

Magdalena del Mar: cómo destruir una Ciudad en cuatro años.

El distrito de Magdalena del Mar, ubicado en la zona central urbana de Lima Metropolitana, con una población que supera los 70,000 habitantes y en constante crecimiento, amerita un estudio sociológico y urbanístico que pudiera brindarnos a futuro, las herramientas necesarias para evitar la destrucción paulatina de nuestras comunidades urbanas.

El caos urbanístico generalizado de este distrito se gesta en los últimos años de la década de los 90s, con la politización extrema de las elecciones municipales, la financiación de costosas campañas electorales que luego exigirían el retorno de la inversión realizada por parte de los “desinteresados promotores inmobiliarios”, los intereses económicos personales y de grupo, la desinstitucionalización municipalista y los visos de corrupción que se hicieron presentes en cada acto de gobierno municipal, cuando no, la apropiación ilícita de partidas presupuestales y una permanente y evidente malversación de fondos, todo ello, con la anuencia o indiferencia de los propios Magdalenenses, debido principalmente, a  que las pésimas administraciones sucesivas, habían sepultado la identidad ciudadana, el sentido de pertenencia y los valores cívicos, los pocos que quedaban de todos sus vecinos, cerrando un círculo vicioso que ha destruido totalmente al distrito.

Magdalena del Mar surge como una comunidad clase mediera de reconocida calidad de vida. Desde sus años previos de fundación, la nueva Magdalena era un deseable lugar para vivir, se construyeron residenciales casonas y el orden urbano, así como el principio de autoridad fueron sus pilares de desarrollo. Pero llegaron luego, la incapacidad como filosofía y la angurria como credo a instalarse cómodamente y entre aplausos del respetable, para convertirnos en un asentamiento inhumano en donde ya da vergüenza vivir. La administración que en pocos días culmina su período no puede ser catalogada como la peor de todos los tiempos, aunque lo merezca, sino como la ratificación de ese nefasto período de porfiada cuesta abajo que se inició hace más de 20 años.

Una impresentable administración ejercida por el señor alcalde Carlomagno Chacón, que valgan verdades no tenía la capacidad ni las ganas de gerenciar el distrito, pero que por esas cosas que tiene el pésimo sistema electoral municipal vigente, se encontró con la alcaldía gracias al voto de arrastre que el colorao Muñoz de su partido AP, le brindó en bandeja de plata. Pero el señor Chacón pudo haberse aplicado, pedir que le enseñen y tratar de hacer una aceptable gestión, pero hizo todo lo contrario. No se interesó, no se comprometió, ha estado cuatro años en modo muertito y ahora, se retira, con el aplauso de algunos cuantos incondicionales ayayeros pero el repudio total de una comunidad traicionada.

Desde el mes de enero 2019 en que el señor alcalde asumió su período como autoridad empezó con dos pies izquierdos. Como llegaba sin saber qué hacer no tuvo mejor idea que empezar ejecutando una obra, pistas y veredas del Jr. Cuzco, que con algunas presunciones de incorrecta licitación se había aprobado por la gestión anterior. El expediente estaba mal, los montos de inversión no se revisaron y la ejecución fue un dolor de cabeza para los vecinos. El señor Chacón había recibido, sin percatarse o tal vez sí, un peligroso presente griego de su antecesor, que durante 16 años continuos había sentado las bases del caos urbanístico, la sobre saturación del suelo urbano y la irresponsable permisividad constructiva que nos ha convertido en una bomba de tiempo en cuanto a la prestación de servicios básicos se refiere. En su momento y cuando había que señalar responsabilidades el señor Chacón se hizo de la vista gorda y cuando luego, pataletas de por medio, quiso puntualizar acusaciones ya era tarde, cuando la desaparición de pruebas y el auxilio legal e indebido de las prescripciones favoreció a su antecesor, por lo que ha tenido que cargar con el pasivo de esos 16 años previos de desgobierno municipal y desaparición de gruesas cantidades presupuestales.

El señor Chacón recibió un distrito sin un proyecto de desarrollo urbano integral y sostenido, que se explica porque su inexistencia permitió en su momento, la irregularidad en la emisión de licencias constructivas, el favorecimiento a ciertas empresas inmobiliarias y el caos que ahora nos ahoga. Pero en sus 4 años de administración no solucionó ninguno de los graves problemas heredados. No ha hecho siquiera, la convocatoria a la realización de un Plan de Desarrollo Urbano para el distrito, no evitó el grave riesgo de validación de certificados de parámetros urbanísticos, muchos de los cuales fueron indebidos y que se emitieron en gran cantidad antes de iniciar su administración y que han seguido exigiendo su validación y la consecuente emisión de licencias de construcción que jamás debieron darse. A ello debemos añadir la indiferencia para solucionar el problema de la invasión de un buen porcentaje del área propia del distrito por la municipalidad de San Isidro, otra fuente de recursos indebidos de la pésima administración anterior que no convenía arreglar, pero que en el caso del señor Chacón llama la atención porque aunque él afirma no haber sido testaferro ni socio en parte de esos negociados en la mal llamada zona en litigio, no se ha preocupado en demostrar que él está limpio de toda culpa, tratando de solucionar el grave y vergonzoso problema existente.

Pero en donde el señor alcalde, que ya está en sus descuentos, se ha lucido en nombre de la incapacidad supina, es en la torpe implementación de zonas de peatonalización y restricción del tráfico vehicular, sin un correcto análisis de situación y posibilidades, copiando burdamente y adoptando sin adaptar, estereotipos de realidades totalmente diferentes a la nuestra, que han causado graves perjuicios al comercio formal del distrito; a lo que se añade la entrega de toda la zona comercial, otrora importante cónclave de usuarios metropolitanos, desde La Molina al Callao, a los nuevos terroristas de la contaminación urbana, que al igual que en esas películas futuristas que muestran ciudades devastadas por  la violencia, la tortura psicológica que sufren los ciudadanos y la degradación de los espacios públicos, actúa con total impunidad ante la contemplación y apoyo de la autoridad, funcionarios y empleados municipales. Hordas de conductores de enormes triciclos motorizados, que están prohibidos de circular, han invadido el distrito de Magdalena del Mar, en donde se han apropiado de sus calles, de sus espacios públicos, de las pistas y veredas, premunidos de enormes altavoces, que durante 10, 12 y hasta 14 horas al día, de lunes a domingo, nos alteran y torturan con sus gritos destemplados, sus ridículas bromas de cómicos ambulantes, sus groserías y faltas de respeto a los vecinos, compitiendo entre sí para ver quién termina primero la venta de sus frutas y verduras de dudosa procedencia y estado de conservación. Las facilidades brindadas que permiten la impunidad de estos delincuentes urbanos, que atentan contra la tranquilidad pública, las normas establecidas, la salud física y psicológica de la población, no tiene explicación inteligente. Salvo que algún funcionario o la misma autoridad esté en contubernio con estos terroristas urbanos. Se plantea la posibilidad de la existencia de una mafia muy bien organizada que se dedica al negocio de comprar cosechas enteras, a precio de remate, a los agricultores de las zonas aledañas a Lima y cuyos productos son entregados a consignación a estas personas necesitadas de trabajo que tienen como condición, acabar como sea, en el día, la venta del producto recibido, aunque tengan que estar gritando hasta las 9:00 o 10:00 de la noche de cada día. Pero este negro negocio, que está exento de todo tipo de costo, salvo el pago a los vendedores cautivos, ya que no necesita de local ni de empleados, no paga servicios básicos, no requiere de licencia ni tampoco tributa municipalmente ni a la Sunat, necesita de la seguridad, impunidad en realidad, para poder “trabajar” libremente y allí entra a tallar la autoridad municipal. Existe una ordenanza Metropolitana que prohíbe, expresamente, el uso de megáfonos y alta voces por parte de los comerciantes informales, existe una eficiente Policía Nacional que está presta a colaborar en cualquier operativo que la autoridad pudiera planificar, pero nada de eso se usó, nada sirvió. Al igual que en el caso de los parapentes (paratrikes) la impunidad con la que sus promotores han actuado en el distrito es digna de una profunda investigación. Pero pareciera que a nadie le importa, ni a los medios de comunicación que han recibido las denuncias vecinales. Y la Fiscalía que ante las evidentes y abundantes pruebas debería haber actuado de oficio, siguen mirando con ojitos dormilones cómo estos gestores del sub desarrollo han destruido nuestro distrito.

El señor alcalde Chacón, es el responsable directo de lo que está sucediendo en Magdalena del Mar, una apacible comunidad en donde se vivía decentemente pero que se ha convertido en la nueva Parada de Lima, en donde las estrellas son los vociferantes y avezados vendedores de frutas y verduras. Y eso no es justo.

Y sí, bueno, valgan verdades, los vecinos del distrito jamás tuvimos representación entre los honorables miembros del Concejo de Regidores y si la justicia existiera también debería sentar en el banquillo de los acusados a quienes se beneficiaron de una dieta indebida durante estos nefastos cuatro años de desgobierno municipal.

domingo, 6 de noviembre de 2022

La propuesta Bruce y el desarrollo de nuestras ciudades.

El día de ayer, sábado 5 de Octubre 2022 se publicó, en un importante periódico de circulación nacional, un artículo del señor Carlos Bruce sobre el tema del desarrollo urbano sostenible y su propuesta de facilitarle tierras eriazas del estado, pero completamente urbanizadas, a las inmobiliarias para que puedan construir mega proyectos, valiéndose de curiosos decretos supremos que "promueven" la construcción de unidades de vivienda de interés social para que luego puedan ser vendidas a precios escandalosos. Según la propuesta Bruce, las inmobiliarias ya no tendrían que invertir en procurarse los servicios públicos básicos, sino recibir, como regalo del estado inmensos terrenos saneados y urbanizados, totalmente listos para construir. El señor Bruce, a pesar de las denuncias de aprovechamiento indebido de su cargo congresal para beneficio propio, debe ser una buena persona, pero su proceder no es imparcial y, definitivamente, no está del lado de los sin techo y, al parecer, no tiene el menor interés real en mejorarles sus condiciones de vida familiares. Desde su paso por el ministerio de vivienda se impusieron algunos decretos no solo permisivos sino lesivos al desarrollo armónico de nuestras ciudades. Cuando acompañó en la postulación presidencial a la señora Fujimori su caballito de batalla, tal vez para vender bien la candidatura entre los grupos económicos grandes, fue precisamente ésa: Ceder tierras de propiedad del estado en subastas "especiales" que favorecieran a las grandes inmobiliarias del país y que así pudieran ahorrase el costo tremendo de sanear y urbanizar terrenos, cargándose este costo al ahorro de todos los peruanos. Y éso no es justo. Se pretende replicar el mismo proceso de las irrigaciones nacionales que han sido un gran negocio para unos cuantos privilegiados. Los grandes proyectos de irrigación nacional han sido una gran cosa, es cierto, pero el estado invirtió enormes cantidades del presupuesto nacional en derivar ríos, canalizar sus aguas y conducirlas a grandes distancias y cuando ya las tierras tuvieron la seguridad del riego, se procedió a lo que se denominó la subasta de las tierras irrigadas, listas para ser sembradas. Eso podría haber sido maravilloso pero resulta que las subastas para colocar dichas tierras se hicieron totalmente amañadas, con evidente favorecimiento a las grandes empresas nacionales y extranjeras, que han podido hacerse de inmensas tierras de cultivo en las mejores zonas de Arequipa y de Olmos, para mencionar los casos reales. Ningún pequeño agricultor local pudo acceder a la compra de dichas tierras porque los macro lotes sacados a la venta, eran de miles de hectáreas que solo podrían haber pagado y así sucedió en la realidad, las grandes empresas, con dinero barato de las grandes entidades bancarias que usan el dinero de los pequeños ahorristas a los que pagan centavos de interés, para acumular grandes cantidades y tener acceso a esta feria de negocios grandes.  Sobre ese tema ya no se puede abundar porque ya pasó, está oleado y sacramentado y bueno pues, para qué lamentarse. Pero para quienes creemos que cosas similares no deberían suceder en el ámbito urbanístico nacional, podemos decir que existen infinidad de soluciones para abaratar vivienda, para poner al alcance de las personas de menos recursos, viviendas dignas, pero con el concurso de sus gobiernos locales y la capacidad de funcionarios de primer nivel. No podemos, no debemos, aceptar que despropósitos como el señalado, se sigan dando.

La incapacidad de las autoridades municipales para intervenir en el asunto ya no solo parece ser por ignorancia, raya mas bien en el contubernio y el interés económico personal. Alrededor de nuestras ciudades existen cordones de tierras eriazas del estado, que son indebidamente manejadas, a las que se accede por denuncios, es decir a un costo de cero soles y que luego son usadas para la expansión urbana de nuestras ciudades, cuyos propietarios, en algunos casos, se han visto beneficiados con el cambio de dirección de la expansión urbana previamente planificada, justo hacia las zonas donde esas tierras se encuentran ubicadas. A través del tiempo hemos visto crecer, no desarrollarse, nuestras ciudades hacia zonas insospechadas, que se convierten en depósitos de ahorro de grandes montos. Hay infinidad de casos en los que se adquirió a unos cuantos soles la hectárea (10,000 m2), para revenderse, gracias a su ubicación, a cientos de dólares el m2. A ello podemos añadir un recurso de esos grandes beneficiados que no por indebido no ha sido común en las décadas pasadas; para ahorrarse los costos de urbanización que podrían ser onerosos si de ampliar redes de los servicios básicos se trataba. Algunos "empresarios recursivos" se dieron cuenta que al poseer un bolsón de tierra ex eriaza o de cultivo y ahora reconocida como de expansión urbana, podrían beneficiarse usando a terceros para acceder a un costo menor de la expansión de los servicios básicos. En alguno que otro caso se propiciaron invasiones ilegales de cientos de familias que exigían a gritos, luego de poner su banderita y hacerse de tierras gratuitas para su vivienda, ubicadas digamos a 10 km del área cubierta por los servicios básicos, se les brinden los servicios de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica. Una vez logrado dichos servicios las tierras ubicadas en zonas intermedias entre las zonas invadidas y el núcleo urbano existente, se vieron beneficiadas con que los servicios pasaban en frente y al costado de su ubicación y se ahorraban una buena cantidad de dinero al poder colgarse de esas redes. Como eso ya no es posible, porque ya las invasiones no se permiten, entonces ahora se buscan otras formas de beneficiar a las grandes inmobiliarias, que nunca la han sudado, nunca le han puesto el hombro a un adecuado desarrollo urbano de nuestras ciudades pero que siguen exigiendo y consiguiendo prebendas que les generen la mayor rentabilidad posible, probablemente con unos cuantos miles de dólares de comisión oficial. 

Muy bien, estamos planteando que ya no nos vean las caras, entonces qué hacemos para solucionar el problema de la falta de vivienda digna para los peruanos? Primero, los gobiernos locales tienen que asumir su función, fijada como responsabilidad en la Ley Orgánica de Municipalidades, de trabajar por el desarrollo pleno de los ciudadanos y sus familias. 

Necesitamos que los gobiernos locales asuman la administración directa de las tierras eriazas que posee el gobierno nacional y que está dispuesto a ceder para beneficio de la población. Realizar proyectos urbanísticos multifamiliares mediante asociaciones público privadas; contar con un banco de proyectos arquitectónicos y sus respectivos expedientes técnicos; con cajas de ahorro municipales que financien directamente y con tasas convenientes, dichos proyectos constructivos, que exista una oficina municipal técnica  dedicada a sanear las obras y apoyar en la inscripción de las mismas, además de propender a los proyectos municipales de vivienda de alquiler. Y es que no hay necesidad de pretender que todos los peruanos sean propietarios, mediante la adquisición de préstamos hipotecarios que  secuestren la vida total de los prestatarios, pagando intereses agiotistas a entidades financieras que tienen como objetivo real hacerse de las propiedades que los prestamistas dejen de pagar por la incierta estabilidad económica de la casi totalidad de familias peruanas. Lograr que las cosas cambien suena harto difícil, no? Si pues, pero es la única forma de alcanzar el correcto desarrollo de nuestras ciudades, mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y de brindar esa equidad tan necesaria para que nuestra sociedad no colapse de cuando en cuando, por esa odiosa y enorme brecha económica que existe y que se sigue expandiendo, entre peruanos y peruanos.

sábado, 1 de octubre de 2022

Magdalena del Mar: El mejor candidato, el peor alcalde.

Las elecciones Municipales tienen que replantearse, desde su convocatoria, para poder asegurar una correcta elección, una verdadera representación y una buena Gestión. Los candidatos que se vienen presentando, al menos en Lima Metropolitana y sus distritos, nos dicen que algo estamos haciendo muy mal. Candidatos que se reinventan con nuevas promesas y mejores sonrisas, a los que ni siquiera se les debería haber permitido participar nuevamente, otros con hojas de vida impresentables y, la mayoría, haciendo gala de "desconocer mayormente" lo que implica la responsabilidad de una Gestión Municipal; pero allí están, muchos de ellos afilando sus largas uñas, preparando las licitaciones y contratos que luego entregarán al mejor postor, pero jurando que ahora sí se inmolarán en el nombre de su comunidad. 

En Magdalena del Mar tenemos a un candidato, de cuya honorabilidad no me puedo ocupar porque, personalmente, no tengo pruebas en su contra y la justicia no parece tener muchas ganas de ocuparse del tema, pero sí puedo referirme, por responsabilidad Ciudadana a su gestión pública, me preocupa que en 16 años de administración (4 períodos consecutivos) no solo no hizo nada realmente bueno por el distrito, sino que eliminó cualquier posibilidad de desarrollo integral de nuestra comunidad. Sí claro, maquillaje por aquí, parquecitos por allá, favorcitos especiales con nombre propio y mucho circo, ciertamente bullanguero y costoso, pero que destruyó el distrito con una permisividad, que no puedo llamar delictiva pero sí, apañadora e inconsecuente con lo que juró al asumir el cargo en cada uno de sus cuatro períodos, al permitir, avalar y sostener, el caos urbano que ya empezó a pasarnos las facturas de una irracional explotación del suelo urbano, un peligroso desborde poblacional y la consecuente saturación de las redes de servicios públicos, incompatible todo ello con una calidad de vida ciudadana de adecuado nivel y con el beneficio único y exclusivo de unas cuantas empresas inmobiliarias, que valgan verdades la única culpa que tienen en este caso, es el haber aprovechado las puertas y las ventanas que se les abrieron, indebidamente, de par en par.

En esos 16 años de su administración, pasamos a la cola de los distritos modernos de Lima central, recibimos el descarado avasallamiento de un distrito vecino que cada día avanza más en sus pretensiones de expropiarnos buena parte de nuestro territorio; perdimos, por otro lado,  valiosas oportunidades de crecimiento, cuyas verdaderas razones algún día saldrán a la luz. Se favorecieron zonas y sectores en busca del apoyo electoral permanente que nos han enfrentado unos con otros y que han sido la causa real de la desaparición de nuestra Identidad Ciudadana, del respeto, el cariño y la defensa de lo nuestro. Candidato que ahora se vuelve a presentar rodeado de una costosísima y atractiva parafernalia, que se insinúa  como el redentor claro, luego de una gestión que pareciera realizada a propósito para renovarle simpatías y esperanzas a este candidato reincidente, por la pésima calidad de la misma y cuyos increíbles errores convierten cualesquier futura gestión en una maravilla.

El candidato al que me refiero ha acumulado una cantidad considerable de denuncias, hay un reguero de malos indicios en el manejo presupuestario municipal, la correcta administración y el despojo de derechos laborales, pero nada se ha probado fehacientemente y lo que llama profundamente la atención es que nadie ha presentado denuncias serias y fundamentadas que permitieran abrir una profunda investigación.

Nos preocupa, a los Magdalenenses libres de su influencia y sus favores, por ejemplo, que la desproporcionada campaña electoral realizada no haya despertado la curiosidad y la duda razonable de la comunidad y los organismos electorales y que luego tenga que ser "devuelta" con intereses. No es correcto el derroche realizado, no sí las intenciones son buenas; se contradice, en todo caso. con las reales posibilidades de un candidato normal. 

Ya todo está consumado, probablemente, y podría ser que nuestra comunidad Magdalenense vuelva a cometer el error de equivocarse, pero no quería, por cobardía o facilismo, dejar de verter mi opinión, muy personal, sobre este asunto tan grave. Su nueva elección sería catastrófica. Sólo queda pedir que Dios nos ayude.

miércoles, 27 de julio de 2022

Construyendo nuestras Ciudades: Servicios, Equipamiento e Infraestructura Urbana.

Si bien es cierto, las Ciudades tienen como  fin único y excluyente al Ciudadano y su Desarrollo Integral, todo lo que acontece alrededor de dichos ciudadanos, su entorno más próximo y alejado, tiene que ver con unas condiciones satisfactorias de habitabilidad, que permitan y promuevan el desarrollo mencionado. Nuestro maravilloso hogar, nuestra casa bonita, pertenece a un barrio, a una comunidad de familias que requieren, en primer lugar de lo que llamamos servicios básicos: agua y alcantarillado, electricidad, internet, recolección y disposición de los  residuos sólidos, pero además, de vías peatonales para trasladarse, vías de transporte vehicular para ir un poco más allá, espacios públicos abiertos, áreas verdes, parques de recreación y, finalmente, lo que llamamos infraestructura para los servicios complementarios, como salud, educación, cultura y recreación, activa y pasiva y de comercio, entre otros.
Tenemos en el Perú condiciones mínimas de urbanización y habilitación urbana exigidas, que señalan todos los requerimientos antes mencionados, pero que muchas veces no se cumplen por la intervención de intereses muy particulares que anteponen lo personal a lo comunitario y cuya óptica, públicamente reconocida es la de "oportunidad de negocio".
Uno de los servicios básicos, municipales, el que constituye el recojo y disposición final de los residuos sólidos (basura) es el ejemplo claro de que estamos haciendo mal las cosas. Organizar y contratar dicho servicio a nivel provincial, por ejemplo, significaría un ahorro de no menos del 30 % en los montos de arbitrios municipales que el vecino paga mensualmente, pero se insiste en la onerosa contratación distrital, porque sí pues, porque cada alcalde distrital "tiene el derecho a llevarse alguito". 
El importante asunto del transporte, que debería ser en 80 % o más,  público y de buen nivel, responde en nuestras ciudades peruanas a no más del 20 % del total de viajes diarios de los ciudadanos, privilegiando el transporte privado, lo que ha causado la saturación de las vías existentes y de las que estén por habilitarse, además de haber convertido la ciudad entera en parqueo, cochera y hasta cementerio de los millones de autos existentes. Se han "diseñado", construido y puesto en deficiente servicio, una cantidad increíble de pasos a desnivel, de puentes que se desploman, de inmensas moles de escaleras que no se usan porque casi nadie puede subirlas con facilidad y prefiere cruzar a la carrera, sorteando autos y jugándose la vida, las avenidas de la ciudad. Tenemos, por otro lado, costosos monumentos a la imbecilidad, erigidos, para poner el nombre del alcalde, dejar un legado personal a la posteridad y llevarse una buena cantidad de dinero para la casa.

En el asunto de la recreación activa y pasiva, las áreas verdes, parques, jardines y bermas, estamos como tierra eriaza, en cero. Lo que muchos alcaldes invierten en plantitas, plantones y omnipresentes/horribles macetones equivaldría, probablemente, a la mantención de un excelente Campo de Marte, en cada distrito, pero otra vez, no se hacen las cosas que se deben, porque cuando se hacen las cosa debidas no hay alita para mí.

Pero, por el lado opuesto, cuando se diseña en tablero y se ordena por teléfono la construcción  o renovación de nuestras ciudades, las cosas tampoco funcionan. Lo que tenemos que hacer es planificar, diseñar, desarrollar e implementar proyectos de infraestructura urbana y de Equipamiento, adecuados, inclusivos, factibles, convenientemente supervisados y verdaderamente fiscalizados. Principalmente, porque todo lo que se construye tiene un costo, que sale de los bolsillos de los ciudadanos y porque desaparecerlo, cuando se comprueba el error, es casi imposible, además del roche inmenso. Entonces, ¿por qué se siguen haciendo?

Si sabemos, por ejemplo, que el auto particular contamina, entonces no necesitamos más vías, puentes a desnivel, tréboles ni nada parecido, necesitamos tomar la decisión de limitar su uso y propender a tener un transporte público de primer nivel, multimodal, con las unidades adecuadas, las rutas básicas y complementarias convenientemente planificadas, con los paraderos necesarios y bien implementados, en lugar de los cientos de rutas que atraviesan y saturan nuestras ciudades, mediante el uso de las combis asesinas, los buses vacíos o repletos, según la suerte que te toque y con "paraderos" a gusto del cliente y ánimo del conductor. 

Historias urbanas delictivas, como lo sucedido en el distrito de Magdalena del Mar, Lima, en donde la policía municipal golpeó brutalmente a vecinos que abrazados a los árboles no querían permitir que éstos fueran talados para aumentar un carril vehicular a una vía en zona residencial, por "la necesidad" de servir a un boom inmobiliario que exigía mayor ancho de vías para seguir aprobando proyectos de mega edificios que han convertido una bella zona residencial en una próxima Babel, no deben repetirse. Aunque fuera una maldad "quitarle" el negocio a quien se beneficia con licencias de construcción indebidas.

Se ha puesto de modo, últimamente, la peatonalización forzada de vías importantes de nuestras ciudades, porque sí pues, porque se ven bonitas, porque descontaminan y nosotros somos verdes; pero se han implementado a la mala, sin resolver el transporte público, sin contar con los parqueos necesarios para propios y foráneos y allí están, canchones sucios y repletos de macetones y "arte callejero" de dudosa calidad, además de la invasión asesina de motocicletas y bicicletas que, en la práctica, han sido los verdaderos beneficiarios de estos "inteligentes proyectos"; sin contar el tremendo perjuicio a las zonas comerciales, ya deprimidas y al borde del colapso.

Finalmente, los servicios complementarios, que no son poca cosa, no en comunidades con adecuado nivel de calidad de vida, no existen, no interesan, no "son rentables", mejor dicho.

Muy bien, pongámonos serios, nuestras ciudades están languideciendo porque no se están implementando proyectos adecuados e inteligentes, que den vida a las ciudades, que las renueven, que las pongan al día, que las hagan funcionales, lo que se está haciendo es hacer negocio con las necesidades de infraestructura y servicios urbanos. Todo se ha reducido a algo tan grotesco como real: ¿A cómo el macetón/la banquita/la papelera/el postecito de lámpara/, casero? Ya, quiero tantos de cada uno, me los dejas en la puerta de la municipalidad, me pasas la factura y YA SABES CÓMO ES.

Tenemos mucho por hacer, tenemos que acabar con estas iniquidades y recuperar nuestras ciudades, si es que queremos empezar a vivir decentemente. Y, la verdad, es tan sencillo de logarlo. Y, entonces,...... ¿cuándo empezamos?

viernes, 24 de junio de 2022

MASCOTAS ASESINAS - AUTORIDADES MUNICIPALES INERTES

Se ha producido recientemente, en Magdalena del Mar, el caso (reiterado) del feroz ataque de un perro pitbull a una vecina, se le destrozó la mano, su mascota personal recibió un feroz mordisco en el hocico y la autoridad municipal, a través de un miembro del serenazgo que presenció el hecho, se limitó a decir que sí pues, que ese perro era conocido por sus ataques, que vive en tal sitio, que pertenece a tal familia y ya está, se acabó la participación de la autoridad. La persona propietaria del can, corrió con los gastos de emergencia, se solidarizó con la persona atacada y ya está, se acabó el problema. El trauma sufrido por el animalito que fue mordido, ameritaba la intervención de los amantes de los animales, solicitando la máxima pena al agresor y el resarcimiento a su propietaria por las secuelas que dicho trauma dejará, pero no ha habido pronunciamiento alguno; por otro lado, el tremendo trauma de la señora que casi pierde una mano por la ferocidad del ataque, producido en el límite e interior de su propia vivienda y las secuelas del hecho: inhabilitación para trabajar  durante por los menos algunos meses, no han merecido el pronunciamiento de la municipalidad

Pero vamos a ver, este no es un caso aislado, no es la primera vez que se produce y, probablemente, tampoco será la última. Y, ¿eso está bien? Pues fíjense que no. En el Perú, desde el 22 de Noviembre del año 2001 tenemos vigente la Ley 27596, que REGULA EL REGISTRO JURÍDICO DE CANES y, desde el 21 de Junio del año 2002, tenemos el D.S. 006-2002-SA, que es el Reglamento formulado dentro de los alcances de la Ley Nº 27596 que regula el Régimen Jurídico de Canes, especialmente aquellos considerados potencialmente peligrosos, a fin de salvaguardar la integridad, tranquilidad y salud de las personas.

Además, en el artículo 10° de la mencionada Ley, se señalan las competencias municipales, provinciales y distritales, para llevar el registro integral de los canes domiciliados dentro de su territorio, con la obligación de indicar su característica de potencialmente peligroso, señalando los antecedentes de ataques y similares en los que hubiera incurrido. Y se señala la necesidad de coordinar entre la municipalidad provincial y las distritales, al respecto. Perdón, ¿qué es eso? Se refiere al trabajo, necesariamente informado y coordinado entre la autoridad provincial y las distritales, que en el país, no funciona y que mayormente se desconoce. Y, en el caso de Lima es grotesco, ya que en el período administrativo 2019-2022 el alcalde metropolitano y varios alcaldes distritales dicen pertenecer al mismo partido político, pero al parecer cada uno de ellos actúa como quiere y le conviene.

Pero, como si fuera poco, la mencionada ley conmina a las municipalidades para dictar las normas reglamentarias necesarias para su aplicación. O sea, cada municipalidad distrital debería tener su propia ordenanza al respecto o, en su defecto, ampararse y hacer cumplir la ordenanza metropolitana, que exista. Y, entonces, si esas ordenanzas existen, ¿por qué no se procede a la debida aplicación de las normas vigentes, a penalizar como se debe, a exigir resarcimiento como se debe?, en fin ¿por qué no se dispone que en esta ciudad nadie debería criar perros potencialmente peligrosos si antes no los registra, no obtiene la licencia respectiva, no declara que en la vivienda en donde habita el potencial asesino de 4 patas, todo está bien?, que, además, el propietario como lo exige la ley, cuenta con el Certificado o Constancia de Aptitud Psicológica que significa algo así como que demuestre que es capaz de criar, adiestrar, conservar y "pasear" a los animales potencialmente peligrosos y que, por tanto, carece de rasgos psicóticos que lo empujan a usar a sus fieros animales como armas letales en perjuicio de los demás. 

Finalmente y "según el Reglamento de la norma, los dueños de canes considerados peligrosos deben contratar un seguro de responsabilidad civil contra los daños que puedan ocasionar sus canes, como requisito para obtener su licencia de propiedad. La cobertura del seguro es de carácter anual y el beneficio es para cada víctima.
Según el Reglamento en su artículo 8, son considerados canes potencialmente peligrosos: la raza canina, híbrido o cruce de ella con cualquier otra raza del American Pitbull Terrier, además todos aquellos que han sido adiestrados para peleas o que hayan participado en ellas, los que tengan antecedentes de agresividad contra las personas, así como los híbridos o cruces de diferentes razas que no puedan asegurar su sociabilidad, temperamento o carácter, se incluye aquellos adiestrados para incrementar y reforzar su agresividad”.(APESEG)

O sea, todo está claro, todo está normado, todo tiene severas sanciones, pero nada se aplica y las autoridades distritales miran para otro lado ante estos feroces ataques, que Dios no lo quiera, algún día cobren la vida de alguna criatura indefensa, que juega desprevenida, en un parque, en la puerta de su vivienda o en los nuevos espacios públicos. 

La omisión de funciones, en las dependencias municipales es grave, pero la lenidad e indiferencia de quienes, como autoridades electas, han recibido el encargo de velar por una comunidad y su desarrollo, es inaceptable y en este caso concreto, es potencialmente criminal y también debería ser severamente penalizado.


lunes, 13 de junio de 2022

CONSTRUYENDO NUESTRAS CIUDADES - Los Ciudadanos.

Cuando habitamos una ciudad, sea porque allí nacimos o porque a ella llegamos, por necesidad o conveniencia, somos responsables, para adelante, de lo que en ella suceda incluyendo los errores o aciertos que se cometan.  Una ciudad, normalmente, existe desde antes de nuestra aparición y ya cuenta con marcos normativos, con poblaciones previamente existentes, con una infraestructura y equipamiento urbano determinados y con una historia que explica y avala dicha existencia. Entonces, no somos creadores del espacio que habitamos y su entorno, pero sí somos responsables de lo que será o en lo que se convertirá, en los próximos años y todo depende de nosotros mismos, LOS CIUDADANOS.

Nuestra ciudad, nuestra casa grande, debería llenar los requisitos de un buen lugar para vivir; que pueda brindarnos todas las posibilidades para alcanzar nuestro BIEN ESTAR, contando, entre otras cosas,  con un entorno amigable y que su infraestructura crezca y se desarrolle con nosotros, en base a nuestras expectativas, nuestros propios sueños de realización, pero y sobre todo, en la seguridad de que las personas, familias, que comparten su territorio conmigo, también comparten ideas similares sobre lo que es un lugar ideal para vivir. 

No es suficiente, entonces, que yo tenga "mi" casa propia, que cubra "mis" necesidades personales, familiares y que no me meta ni le cause problemas a nadie. Pues no, para VIVIR EN COMUNIDAD se necesita mucho más. Debo ser consciente de que no existo ni vivo solo, que así como exijo respeto para mi forma de vivir, excentricidades incluidas, también debo respetar a los demás y su peculiar forma de vivir, asegurándome de que TODOS nos sentimos bien, cediendo en algunas cosas, ratificando otras y exigiendo otras más. Así como todos tenemos derechos humanos universales que se exigen y se cumplen, también tenemos DERECHOS URBANOS, que surgen de una especie de PACTO DE CONVIVENCIA URBANA  tácito, que establecemos como patrón de comportamiento, basándonos no solo en la las leyes, la urbanidad, la moralidad y demás, sino en cosas intangibles, que habitan y podrían desarrollarse en nuestro sub consciente, como la IDENTIDAD CIUDADANA, el SENTIDO DE PERTENENCIA, la CULTURA CIUDADANA y la REPONSABILIDAD CIUDADANA, que se reduce a, por ejemplo: Sí pues, Soy CHICLAYANO, amo a mi ciudad, estoy orgulloso de ella y soy capaz de cualquier cosa por ella.    

No hay forma de alcanzar un BUEN NIVEL DE CALIDAD DE VIDA sino establecemos en forma conjunta, yo y los demás, los demás y yo, la idea clara de la manera en cómo queremos vivir, en qué queremos convertirnos, como comunidad y cómo queremos que sea vea y se aprecie nuestra ciudad. Tenemos que pensar entonces en organizarnos convenientemente, establecer normativas y planes, serios y factibles que garanticen que todo lo que hagamos estará siempre dirigido hacia el objetivo único y excluyente, de mejorar nuestra calidad de vida. Menos mal, que en el país ya existen estructuras ciudadanas básicas, que nos indican cómo proceder y qué es lo que tenemos que hacer para lograrlo. De nuestra capacidad y decisión depende revisar dichos procesos y fórmulas y mejorarlos, si cabe, para alcanzar nuestro objetivo.

Queda claro, entonces, que LA RAZÓN DE SER DE UNA CIUDAD ES EL CIUDADANO que toda su infraestructura y equipamiento urbano, además de los servicios básicos y complementarios, así como su ordenamiento y proyección futura, gira en torno a él y su familia. Y ¿cómo lo logramos? Teniendo las cosas claras, informándonos, opinando, debatiendo, exigiendo, si fuera necesario, que todo lo que se haga dentro y fuera de nuestras ciudades, sea para NUESTRO ÚNICO Y EXCLUSIVO BENEFICIO.

Tenemos DERECHOS, por supuesto, pero con ellos vienen nuestros deberes y responsabilidades. Al convivir con otras personas, con otras familias, necesitamos ordenarnos, necesitamos en primer lugar, ponernos de acuerdo hacia adónde queremos ir, cómo queremos vivir y qué tenemos que hacer para lograrlo. Eso se llama ORGANIZACIÓN. Ya hemos dejado atrás los clanes y las tribus, las cuevas y la ley del más fuerte. ahora necesitamos un ambiente de concordia, de paz, de armonía, de PONERNOS DE ACUERDO, Ya nos hemos organizado en territorios/municipios y tenemos instituciones que nos gobiernan, la más cercana a nosotros, la municipalidad y también tenemos definida la forma de elegir a nuestros gobernantes; pero sucede que un buen gobierno, una buena gestión municipal es, en un 60 %, producto de nuestra elección personal y la forma en que se conduzcan esas autoridades estará en proporción directa a la calidad y cantidad de nuestra PARTICIPACIÓN CIUDADANA. La calidad de nuestro entorno, los vecinos que tengamos, las normas que nos gobiernen y los proyectos a mediano y largo plazo, son también de nuestra entera responsabilidad. Los malos gobernantes, municipales, regionales y nacionales, no llegan al poder y a disponer de nuestros presupuestos y de nuestro propio futuro por obra de milagro, sino por nuestra elección consciente y razonada y se mantienen o reeligen, a pesar de ser incapaces o corruptos, por nuestra desidia e indiferencia.

Entonces, esas hermosas ciudades que sabemos que existen, pero bien lejos de nuestra realidad, no responden a un hechizo, a un acto de birlibirloque, sino a un arduo trabajo, conjunto, de los ciudadanos y sus representantes o gobernantes de turno.

Y ahora que ya sabes cómo funcionan las ciudades, quieres mejorar la tuya? Solo depende de ti y de tu decisión para lograr el cambio necesario.

sábado, 14 de mayo de 2022

Certificado de Salud Mental para los candidatos Municipales.

En nombre de la democracia se siguen cometiendo una serie de desatinos y permitiendo la existencia de vacíos que avalan personas y situaciones que terminan propiciando el desgobierno y el caos urbano en nuestras ciudades,. Tenemos en el Perú una de las legislaciones más permisivas en cuanto a requisitos exigibles para postular a un cargo en los gobiernos locales. Resulta que el candidato a alcalde sólo debe demostrar que es ciudadano en ejercicio, que tiene DNI vigente y que ha estado viviendo los dos últimos años en la jurisdicción por la que postula o, que tiene un domicilio múltiple, o sea que podría vivir acá, trabajar allá y tener sociedades más allá, pudiendo postular en cualquiera de los tres sitios. Entre los documentos a presentar se le exige  también, certificados de antecedentes penales y judiciales, osea, debe demostrar que no es reo contumaz, que no tiene sentencias pendientes de cumplimiento y que, en suma, es una persona medianamente decente. Pobre de él si tuviera una denuncia por maltrato familiar o animal o si no fuera fiel proveedor de alimentación, educación y salud de los hijos propios, dentro y fuera del matrimonio; se le exige, además, una exhaustiva declaración jurada de bienes y rentas, algo así como para saber con cuánto entras y con cuánto sales, entre otras minucias más. Pero resulta que nadie se preocupa por LA SALUD MENTAL DEL CANDIDATO, cuya insania podría ser la causa de graves errores o inmensos despropósitos a la hora de ejercer funciones como autoridad, sea por falta de un adecuado proceso de sinapsis,  producido por herencia genética o por accidente, o por un trastorno de personalidad, producido o agravado por exceso de ingesta de estimulantes, o por inyectarse o inhalar cosas indebidas. Este enorme vacío en nuestras ley electoral municipal ha permitido que innumerables personas, simpáticas ellas, decentitas ellas, de lustroso apellido también, saquen a relucir, en la hora nona, la más feroz angurria, el más desbocado delirio de grandeza o complejo de rico, amante de lo ajeno, entre otras cosas y que, además de reventar a la comunidad en la que ha sido elegido como autoridad, se ha levantado en peso, sin la menor pena ni remordimiento,  el presupuesto y hasta el patrimonio municipal. 

Sí se exige, en cambio, el mencionado Certificado de Salud Mental, para trámites administrativos personales, para demostrar por ejemplo, que no se te cruzan los chicotes y eres capaz, a la hora de administrar "tus propios bienes", que no te los vas a gastar en un ratito para que puedas compartirlos con tus pobrecitos descendientes, así como para otorgarte una licencia para portar armas, no vaya a ser, de acuerdo al espíritu de la ley, que salgas a la calle a darle vuelta a todo cristiano que se le ocurriera cruzarse en tu camino. Y, pregunto entonces, para una persona que va a manejar el presupuesto y el patrimonio total de una comunidad distrital o provincial, que debe dirigir o mandar sobre 50 o 500 subordinados, que debe usar el dinero de los contribuyentes y las partidas del gobierno nacional, en algunos casos bastante abultadas, que va a decidir sobre el bienestar futuro de 50,000 o 100,000 familias, no se le exigen pruebas de salud mental? Sí pues, parece UNA COSA DE LOCOS.

Autoridades en ejercicio que mienten en todos los idiomas, que sustraen lo que no les pertenece casi sin darse cuenta, que se adueñan de todo lo ajeno sin problema alguno, que hacen negocios indebidos con las personas incorrectas, que extorsionan a contribuyentes que necesitan permisos a autorizaciones, que creen firmemente que son dueños de una chacra a la que llaman municipio, que todo les pertenece, que abusan, en fin, que se han ganado un merecido lugar en el top 10 del ranking internacional de los ladrones de cuello y corbata, podrían y deberían haber sido retirados de las contiendas electorales para evitar el triste panorama delictivo que nos adorna, pero que por falta de un tan simple como necesarísimo certificado, no se ha podido evitar.

Los señores congresistas, tan preocupados por evitar que los que no son de sus propios partidos o de los de sus amigotes, lleguen al poder, promulgan leyes, anticonstitucionales, que evitan la participación de candidatos independientes, deberían tomar nota de este detalle y trabajar en el asunto, inclusive por su propia salud partidaria, porque se dan casos de dirigentes que venden candidaturas, negocian con las listas de candidatos a regidores o imponen cupos, porque sí pues, porque pueden y porque nadie se atreve a decirles nada, dejando al partido como palo de gallinero y con argumentos suficientes para perder la inscripción partidaria ante el JNE.

Lo peor de todo, es que los desórdenes mentales, los traumas severos y los grandes complejos, muchas veces no se notan, sobre todo en los candidatos astutos y profesionales del engaño y solo salen a relucir cuando ya es demasiado tarde y esa persona ególatra, autoritaria, mitómana, bipolar, borderline, o todo ello junto, ya está en el poder.

Qué maravilloso sería que un Concejo Municipal, aunque solo fuera uno, de las más de 1,800 municipalidades que tenemos en el país, pudiera discutir, redactar, aprobar y elevar al congreso una iniciativa de ley, con la exigencia de incluir este requisito en la ley de elecciones municipales. Y es que ya no se trata sólo de ideologías, filosofías, extremismos, ni siquiera de incapacidad intelectual, se trata de algo mucho más importante y sumamente peligroso, de INCAPACIDAD MENTAL. 


martes, 18 de enero de 2022

DE TAULICHUSCO A MUÑOZ Y LAS 50 LIMAS.

Hace 487 años los invasores españoles tomaron la decisión de apropiarse de una bien organizada y auto suficiente comunidad asentada en el valle del río Rímac. Su curaca, regente, por designación del inca, era Taulichusco y este señor, viendo las cosas perdidas no tuvo más remedio que entregar el suntuoso palacio que ocupaba, cuyo terreno, ahora ocupa el palacio de gobierno nacional, así como la inmensa cantidad de tierras que gobernaba. Los señores españoles retacearon el territorio y se lo repartieron a su regalada gana, a partes iguales, entre nobles, chancheros y delincuentes comunes, casi igual que ahora. Luego nombraron como alcalde de esa hermosa comarca a don Nicolás de Ribera y la bautizaron con el nombre de Ciudad de los Reyes. Se han sucedido alrededor de 350 gestiones municipales, entre buenas, regulares,malas y pésimas, pero a pesar de los graves errores cometidos y algunos terribles crímenes de lesa urbanidad, nuestra capital sigue viva, para beneplácito de todos los limeños, propios y adoptados.  

Lima es hermosa. Contamos con buena arquitectura colonia, virreinal, republicana y moderna. Tenemos un clima benigno, contamos con hermosos litorales marítimo y ribereño y estamos rodeados de fértiles valles que nos alimentan, entre otras múltiples maravillas. Pero hemos hecho las cosas muy mal, casi al revés. En el Perú, el peor enemigo de la buena gestión pública es la política partidaria de baja estofa con que contamos. Esa misma que, a través de un congreso coludido, ha tasajeado nuestra gran ciudad, con leyes de creación de hasta 50 cacicazgos modernos, distritos que les llaman, haciendo imposible una gestión integral e integrada. Y en épocas actuales, cada cuatro años, la pugna por ocupar la mayor cantidad de sillones municipales se ha convertido, literalmente, en el juego infantil del baile de las sillas, en donde TODO VALE, desde cabes, empujones, berrinches públicos y, por supuesto, derroches tremendos de dinero. Lo único importante, desde el punto de vista político partidario, es que se puedan ocupar la mayor cantidad de plazas municipales, en todo el país, que jueguen para sus propios y oscuros intereses: convertir las municipalidades en agencias de empleo para sus correligionarios, con un 99.9 % de incapaces, repartir la mayor cantidad de obras públicas entre los auspiciadores que pagan sus costosas y ridículas campañas electorales municipales y, bueno, convertir las gestiones municipales en escuelitas personales de aprendizaje de sus partidarios, pagadas por los contribuyentes, para seguir ascendiendo en el escalafón político, para luego pasar a apropiarse de las regiones, el congreso y a la presidencia. Sí pues, ahí todo tiene sentido.

Administrar una ciudad es un tema de capacidad de función, de preparación previa, de formación académica, de experiencia laboral, de visión de ciudad y de coraje para manejar situaciones adversas. Pero los alcaldes metropolitanos y distritales, en su mayoría, que han pasado por los 50 municipalidades de Lima-Callao, que nunca debió dejar de ser la unidad territorial que es, dicho sea de paso, lo que han logrado es diluir el principio de autoridad, publicar normas locales con nombre propio y beneficio particular y anular la continuidad de planes y proyectos metropolitanos que deberían haber prevalecido antes que cualesquier preferencia y capricho distrital. Manejar eficientemente una ciudad, en esas condiciones, es IMPOSIBLE.  

Lima y todas nuestras grandes ciudades del país adolecen de los mismos problemas, así que lo que se recomendaría es empezar por la reestructuración de las mismas, con una mejor Ley Orgánica de Municipalidades, con una totalmente diferente Ley de Elecciones Municipales, con un congreso que legisle y fiscalice convenientemente y con un ejecutivo que sepa y tome en cuenta, que si la mayoría de los problemas que nos aquejan se pudieran solucionar en los propios barrios, que es en donde nacen, jamás llegarían a ser problemas nacionales. 

Necesitamos un buen ALCALDE para Lima y para cada ciudad del país. Ojalá podamos celebrar los 488 años de fundación de nuestra capital con un alcalde a la altura de las exigencias. Me apena decirlo, pero el señor Jorge Muñoz, en el mejor de los casos, no tiene la menor idea de lo que hay que hacer, en el peor de los casos, está sirviendo a grupos que solo quieren aprovecharse de su gestión. Lo primero que debemos tener en cuenta es que el objetivo, único y excluyente de una Gestión Municipal, es el de lograr el desarrollo integral de sus Ciudadanos, sin excepción y, segundo, que en los propios Ciudadanos recae la responsabilidad ineludible de cogobernar su comunidad. FELIZ ANIVERSARIO QUERIDA LIMA.


viernes, 17 de diciembre de 2021

Los Parapentes de Magdalena del Mar.

Ya se va a cumplir un año desde que varios armatostes, muy ruidosos y alados, surcan los cielos del litoral del distrito de Magdalena del Mar. Los vecinos, especialmente los que viven en los edificios y entorno de los acantilados, han denunciado el hecho a las autoridades municipales repetidas veces. Han suplicado en todos los tonos que cese ese martirio diario de 10 am a 6 pm que les está causando un terrible estrés. ¿Por qué siguen haciéndolo? La respuesta correcta es PORQUE PUEDEN,  porque saben que nadie les va a decir nada y, sobre todo, porque tienen que recuperar la inversión realizada en la adquisición de esas ruidosas, casi apocalípticas máquinas. Se hizo la consulta directa a la persona encargada de fiscalización de la municipalidad y respondió: Tratamos de evitar que funcionen, bajamos a la playa acompañados de los serenos, les pedimos que se retiren y no lo hacen, es más, nos amenazan físicamente. ¿Qué pasa en Magdalena del Mar? ¿Hay autoridad, hay normas que cumplir, hay procedimientos administrativos que indican qué hacer en este y otros casos similares? O no hay nada de lo anterior y en ese distrito todo el mundo hace lo que le da la gana?                            

Vamos a tratar de entender lo que está sucediendo. Esas ruidosas máquinas, cuatro, a decir de los propios vecinos, pertenecen a alguien que está llevando a cabo un emprendimiento dentro del distrito. Qué bien, merecería nuestro total apoyo y felicitación por tratar de sacar adelante una pequeña empresa en estos difíciles momentos. Pero resulta, que esa "empresa/club/asociación" no tiene autorización alguna. Y no la tiene, simplemente, porque la Municipalidad de Magdalena del Mar no ha normado el procedimiento, ergo, no puede emitir la autorización correspondiente y, lo lógico, es que no pudieran funcionar, ni prestar servicios dentro del distrito. Entonces, los que están promoviendo ese negocio, no deben hacerlo y punto. Es cierto que las municipalidades tienen competencias y atribuciones que no pueden rebasar. Como, por ejemplo, no pueden decomisar, multar convenientemente y, menos detener, a los implicados. Pero, cuando no hay gato encerrado, negociados bajo la mesa, o indebidos favoritismos a parientes y amigos, se toman las medidas y ejecutan las acciones, que una buena y correcta administración sabe que se puede y debe hacer.

Ese tipo de club, asociación o empresa debe tener una autorización emitida por el ministerio de transportes y comunicaciones, que es la única entidad que puede hacerlo. Como autoridad del distrito cabe, entonces, acercarse a los señores propietarios de los, parapentes motorizados y pedirles dicha autorización, habida cuenta que sabemos que no tienen la autorización municipal distrital. Si tuvieran la autorización ministerial, pedirles copia de la misma y revisarla. ¿No la tienen? Denunciar el hecho al propio ministerio. Y ya está. ¿La tienen? Bueno pues, es evidente que se están infringiendo algunas cláusulas de dicha autorización ministerial, como el que no deben sobre volar por encima de las zonas residenciales y, tampoco, realizar esa actividad en forma comercial. Listo, ya tenemos la mejor forma de evitar lo que está sucediendo. Lo que sigue es que el ministerio enviará fiscalizadores, le retirará la autorización a esa empresa y, con el auxilio de la fuerza pública, la PNP, decomisará los implementos y se acabó el asunto. Lo peor que podría pasar es que hubiera un negociado con el ministerio de transportes y que éste ente no se pronunciara. Bueno, ahí todavía queda la posibilidad de que el procurador municipal presente la denuncia en paralelo a las autoridades judiciales correspondientes. Ese es el procedimiento legal y aunque toma su tiempo, cabe realizarlo correctamente, para que el resultado sea favorable a la tranquilidad y seguridad ciudadana y en forma definitiva.  

Pero y qué se podría hacer mientras tanto, para que los sufridos vecinos dejen de pensar cosas feas como que ese debe ser un negociado con la alcaldía o con el funcionario fiscalizador? La verdad, es muy sencillo. Además de la inmediata denuncia a Defensoría del Pueblo por medio del procurador y la solicitud municipal del apoyo policial para la erradicación de esa fuente de trastornos ciudadanos, se debe actuar con ganas e inteligencia. Esas máquinas necesitan una pista de despegue y aterrizaje y para ello cuentan un inmenso terral, al borde de la Costa Verde; sería conveniente, entonces,  anular esa facilidad con la colocación temporal de bloques de concreto, con los que sí cuenta la municipalidad, cada 20 metros y se acabó la pista gratuita e indebida. En Magdalena del Mar sí existe, vigente, una ordenanza contra los ruidos molestos, entonces habría que, con el auxilio de la PNP, solicitar el retiro inmediato de dicho grupo de personas y sus máquinas. Porque, además, la ordenanza municipal contra la emisión de ruidos molestos, permite la penalización y el decomiso de las fuentes emisoras de contaminación acústica.   

Por otro lado, las únicas municipalidades que sí han normado ese maravilloso deporte de aventura, como atracción turística y práctica recreativa, mediante sendas ordenanzas municipales. son las municipalidades de Miraflores y Pachacamac y sus reglamentos están respaldados por decretos de alcaldía que son muy claros: no deben sobre volar aglomeraciones de personas ni zonas residenciales. Ciertamente, de la cuestión económica no se ocupan. Miraflores autoriza a sobre volar los espacios públicos vecinos, pero la parte que corresponde a despegue y aterrizaje, está dentro de su propio territorio, convenientemente normado. Bueno pues, esa es la forma correcta de hacer las cosas.

Entonces, señor alcalde ¿por qué no se actúa en consecuencia? Quiero pensar que es por desconocimiento o por temor a cometer abuso de autoridad, que nace del mismo desconocimiento y, sería preferible, que fuera hasta por incapacidad, pero nunca por colusión. Hágase una, señor alcalde del distrito de Magdalena del Mar, actúe de acuerdo a lo que la razón, las atribuciones que le competen y su enunciada capacidad de entrega al trabajo, para mejorar la calidad de vida del distrito, que le confió dicha responsabilidad. Todos los vecinos se lo van a agradecer.   

Y, finalmente, pero no menos importante. ¿Existe en la Municipalidad de Magdalena del Mar, un Concejo Municipal, ese que según la Ley Orgánica de Municipalidades, es la verdadera y mayor instancia de gobierno dentro del distrito? ¿Sí? No está de más, entonces, recordarle al honorable cuerpo de regidores, que todo lo que se haga o deje de hacer dentro del distrito en el que han sido elegidos para legislar y fiscalizar, es corresponsabilidad suya. Lo saben, ¿verdad?

lunes, 4 de octubre de 2021

OIGA USTED, SEÑOR MINISTRO DE SALUD

Señor Hernando Ismael Cevallos Flores, ¿ha tomado usted conocimiento de lo que está sucediendo con los asegurados que viven en Magdalena del Mar y distritos aledaños, en Lima? Son más de 50,000 asegurados que de la noche a la mañana, han sido privados de la atención que por ley les corresponde, en el centro de salud que les había sido señalado y al que han acudido a atenderse durante años porque ahora ese local, se dice, debe cerrar? ¿Qué pasó con el dinero religiosamente aportado durante décadas por esos asegurados? ¿Qué pasó con el principio de subsidiariedad, que dice que hay que cubrir costos ahí en donde no pueden cubrirse, por falta de presupuesto o lo que fuera, para que TODOS, sin excepción, reciban la atención que requieren? Qué pasó con las declaraciones del señor Presidente de la República de mejorar la atención de salud, especialmente la de los más desfavorecidos y vulnerables, como los que ya caminan, a paso cansado, por la tercera edad? Lamento que el señor presidenta de Essalud, Mario Carhuapoma, haya mencionado como principal argumento, que en el local en donde deberían estar asistiendo a atenderse hasta 50,000 pacientes, sólo están asistiendo 7,000 en promedio y que por ello debe cerrarse este local. En realidad, señor Ministro y el señor Carhuapoma lo sabe, quienes no han solicitado citas en estos últimos 18 meses, no lo han hecho por miedo a contagiarse al tener que juntarse con otros pacientes, por pensar que mejor posponían tratamientos que necesitaban, aún los urgentes, en lugar de exponerse y que muchos hayan optado por mendigar apoyo familiar para seguir esos tratamientos en clínicas privadas, para evitar aglomeraciones. Resulta que ahora esos más de 50,000 asegurados tendrán que repartirse entre los locales de Jesús María y el Cercado de Lima, que aunque ahora puedan no tener mucha presión de atención, pero por la misma razón de ausencia como en el local de Magdalena del Mar, dentro de muy poco y gracias a la brillante campaña de vacunación contra el Covid 19 que usted ha dirigido con mucho acierto, todo volverá a la normalidad y esos dos locales señalados no solo reventarán de pacientes, sino que será imposible brindar los servicios complementarios a tanto asegurado. ¿Está queriendo usted auto petardear su propia y casi excelente Gestión señor Ministro?

¿No será y disculpe usted la atrevida suposición, porque argumentos razonables no encuentro, que lo que se está produciendo con el IPRESS MAGDALENA DEL MAR es el desalojo a un inquilino precario que habría dejado de pagar muchos meses de arriendo libremente pactado y los propietarios del local, puedan haber dicho bueno ya fue suficiente. ¿Sabía usted de esa posible "irresponsabilidad" señor Ministro? ¿Conoce y ha hecho algo contra los que resulten responsables?
Las normas de protección al asegurado y a su inalienable derecho de ser atendido de la mejor forma posible no se están aplicando en un gobierno que ofreció apoyar a todos y desaparecer desigualdades. ¿No será que usted y sus altos funcionarios, se atienden en exclusivas clínicas privadas, por lo que no conoce lo que los pobres asegurados tienen que pasar para poder ser atendidos? Lo que nadie podría objetar y sí felicitar, mientras que lo hicieran con su propio dinero, salvo que ello no le permitiera a usted darse cuenta que por otro lado, hay demasiada gente de a pie que también merecería un trato digno y una atención adecuada, en buenos locales y con profesionales de primer nivel y que se suponía el estado tenía la obligación de defender.
No está de más señalarle que casi la totalidad de estos asegurados virtualmente desalojados y abandonados a su suerte, pertenecen a la tercera edad y que, por ejemplo, el local de Jesús María es demasiado estrecho y que desarrolla sus actividades en 5 pisos, de difícil acceso aún con ascensor; que, además, dada la exigua pensión que reciben estos sufridos pensionistas asegurados no podrían cubrir su desplazamiento a otro distrito si tuvieran que pagar un transporte privado y tendrán, más bien, que hacinarse en vehículos de transporte público, justo en estos momentos de pandemia. Cabe señalar que, los servicios que se prestaban en el IPRESS de Magdalena del Mar, eran variados y casi completos, garantizando una adecuada atención y cubriendo las necesidades de análisis requeridos y que no existen, no se brindan, en al menos uno de los locales de reasignación. ¿No será que alguien está pretendiendo hacer negociados con la contratación directa de servicios médicos complementarios a esas empresitas fantasmas que aparecen, justo, en donde está el negocio? Demasiadas cosas sueltas, señor Ministro. Está usted seguro de poder cargar con ese peso, o podrá usted arreglar las cosas dentro de su propia casa e instruir a quien corresponda, anular este atropello al asegurado PERUANO?
Finalmente, se ha indicado que las citas previas, los tratamientos iniciados, las operaciones ambulatorias acordadas, los análisis realizados, ahora que se piensa derivar a los pacientes a otros locales lejanos, todo, enteramente todo, vuelve a fojas cero y habrá que iniciar todo el proceso, desde la cita inicial, con medicina general. Eso ya no es maltrato, señor Ministro, eso ya es un abuso perpetrado por la peor calaña de funcionarios que pudiera existir.
Se podría haber contado con la alcaldía de Magdalena del Mar, que en todo momento ha manifestado ser contraria a esta irracional disposición, en defensa de sus vecinos; o con la Beneficencia Pública y otras instituciones para evitar este atropello a los asegurados, tratando de encontrar un local adecuado para este servicio, en un radio de desplazamiento aceptable, pero no, se optó por lo más sencillo, por lo menos eficiente, por ¿lo más conveniente y rentable?
Existe una serie de versiones con las "verdaderas razones" del cierre de este local, desde la más descabellada, de reducir, a la mala, por falta de la atención requerida, a buena parte de esa carga de asegurados de la tercera edad, hasta la más probable, que hay necesidad de favorecer a nuevos médicos, nuevo personal administrativo y auxiliar y a nuevas empresas de tercerización que están formando cola exigiendo que ustedes cumplan con el ofrecimiento de: Cuando lleguemos les daremos trabajo a todos los que nos apoyaron. Estoy plenamente convencido que no es así. ¿Podrá usted, demostrarlo, señor Ministro de Salud?

ESPERAMOS QUE SÍ.       

sábado, 21 de agosto de 2021

Con todo respeto, señor Presidente Pedro Castillo.

Quienes no hemos votado por usted, quienes además advertimos del peligro de su posible elección por su incapacidad evidente para manejar los destinos de país, pero que somos demócratas por voluntad propia y aceptamos los resultados electorales recientes, queremos mostrarle nuestra seria preocupación por lo que viene sucediendo con su gobierno en este primer mes, señor Presidente. Permítame señalar que:

Carece usted de una bancada congresal suficiente y capaz para respaldar su gobierno, además de estar contaminada por la corrupción y el terrorismo, lo que hace casi imposible que sirva de algo.

Las personas de su entorno cercano no reúnen los méritos necesarios para servir al país de una forma eficiente y que, de mantenerse a su lado, terminarán anulando logros y avances ya obtenidos en algunas áreas del quehacer nacional, porque lo único que buscan es crear el caos total para destruir al país, en su afán, irracional, de demostrar que el sistema actual de gobierno no funciona.

No ha logrado usted sacudirse de un pesado lastre de cercanía a esas dos lacras mencionadas: la corrupción y el terrorismo, porque no ha deslindado claramente  ni ha prescindido de quienes la representan.

La mayoría de os funcionarios de primer nivel que usted ha nombrado no cuentan con la confianza de la ciudadanía, ni por sus capacidades personales ni por sus trayectorias recientes y pasadas.

Las primeras medidas por usted dictadas son mas efectistas que eficientes, por lo que causarán más daño que beneficio a las grandes masas que dice usted representar y defender.

No tienen usted el mínimo concepto de lo que es seguridad ciudadana urbana, habida cuenta de su entorno natural anterior. y su evidente falta de preparación en la cosa pública.

Su desconocimiento sobre política internacional y el juego, con intereses propios de los bloques de poder, de quienes el país, jamás obtendrá algo positivo, crea una gran incertidumbre sobre nuestro futuro y con ello aumenta el temor, lógico, de la destrucción del país.

Su lamentable falta de liderazgo y de visión de estadista está siendo usada por algunos, los de siempre, para seguir asustando a la ciudadanía con la anarquía y el caos que se producirían en los próximos meses y, precisamente por ello, incitan a romper el estado de derecho mediante un golpe de estado.

Se ha enfrentado usted a enemigos muy peligrosos, que hasta ahora lo manejaban todo, con un país callado y genuflexo y esa derrota se la van a cobrar muy cara.

Pero, a pesar de todo ello, debo resaltar que no le debe usted nada a nadie. Una parte de los peruanos ha votado por usted, no ha votado por un partido político y menos por un oscuro telonero, por lo que no hay razón alguna para mantenerlo a su lado. Si usted teme, como quieren hacerle creer, que al quedarse solo va a ser más vulnerable y sus enemigos lo van a acabar, se equivoca. Salvo un 20 % de nuestra población que ha votado, defiende y sostiene, tal vez de buena fe pero en forma equivocada, a una casta política y empresarial, que son los verdaderos enemigos del país y otro 20 % de seguidores suyos, entre los que se encuentran los fanáticos que defienden, desean y apoyan la revancha irracional, somos un mínimo de 60 % de peruanos, los que deseamos el cambio, los que creemos que se debe erradicar, en definitiva, la corrupción y la inseguridad ciudadana, originadas ambas por esas mismas personas que ya no queremos que existan, esos grupos de poder que se alternan indefinidamente en el gobierno y que se han repartido el país por décadas.

Usted tiene, señor Presidente, sólo dos opciones: Aprovechar la oportunidad de cambiar el país para bien y pasar a la historia como el peruano que pudo realizar los cambios estructurales necesarios para que pudiéramos vivir en un país más justo, equitativo, con orden, seguridad interna y un desarrollo sustentable para todos los peruanos, o llevarnos directo a un hoyo más negro y profundo que en el que ya nos encontramos. Tenga usted la seguridad de que son muchos los que desean, fervientemente, verlo fracasar para no perder los privilegios indebidos, para poder decir que solo existe un sistema de gobierno que funciona, el que hemos tenido en las últimas décadas y que nadie, salvo los que forman parte de los mismos grupos de poder de siempre, puede sacar el país adelante. 

En este momento cuenta usted en su equipo de gobierno, con tres excelentes profesionales en las carteras de Justicia, Economía y Relaciones Exteriores y, estoy seguro, que puede ir rectificando con el mismo acierto en otros puestos importantes. ¿Qué lo detiene entonces para prescindir, de inmediato, de aquellos que merecen la cárcel, al igual que esas otras personas que usted ha combatido siempre y por las mismas razones: trabajar con objetivos diferentes a los verdaderos intereses del país? Usted sabe que para lograr estabilidad tiene que obrar con inteligencia, sin extremismos ni resentimientos. Que aunque es cierto que hay demasiada gente postergada, ninguneada y explotada, nada se logra con provocaciones y enfrentamientos innecesarios. Haga usted lo justo, lo necesario y correcto, para lograr la gobernabilidad del país. Asuma usted su papel, con valentía y consecuencia. No permita intromisiones internacionalistas, ni injerencias internas radicales de revanchismo. El Perú entero se lo agradecerá.

 



sábado, 15 de mayo de 2021

Las Gestiones Municipales

 ¿Qué hace que una Gestión Municipal sea considerada exitosa o desastrosa? Tal vez, ¿Que haga obras, aunque sea a costos inflados? ¿Que gane premios porque cumplió con gastar el 100 % del presupuesto asignado, aunque lo realizado no sea necesario ni esté bien hecho? ¿Que su territorio se vea ordenadito, arregladito y se vea simpático, aunque las cuestiones importantes se sigan pateando a futuras gestiones? ¿Que aparezca en todos los medios (pagados) posibles como una gestión exitosa, aunque en la realidad esté lejos de serlo? ¿Que los vecinos y sectores más bullangueros y normalmente quejosos, se mantengan tranquilos, pero a cambio de prebendas personales a sus líderes o dirigentes impuestos? ¿Que las normas y prohibiciones sean las mínimas posibles, como para que nadie "se sienta presionado" y así no haya reclamos? ¿Que no se moleste al vecino con la exigencia del pago de los servicios públicos realizados, aunque no haya dinero para pagar ni la planilla de funcionarios y empleados ni a los proveedores? ¿Que no se generen enemigos internos ni externos y sí más bien, se tapen estropicios de otras gestiones, para recibir la misma "consideración" luego, en un círculo perfecto de tu me apoyas, yo te apoyo? En resumen, ¿Que se dejen las cosas como se recibieron, ya que con no empeorarlas, es bastante? Muy difícil responder a estas preguntas. 

La autoridad municipal en ejercicio, sea cual fuere su origen: que haya sido electo por arrastre, electo como el mal menor, electo por ser el más simpático, con apellido que suena bien, o electo por haber regalado más almanaquitos, lapiceros y cajitas de fósforos, además de polos y viseras, debería tener y así lo señala la Ley, como objetivo, único y excluyente, el de velar por el desarrollo integral de su comunidad, que incluye el territorio y los vecinos, buscando el beneficio general, al menor costo y con la mayor eficiencia posibles. ¿Es mucho pedir? Por supuesto. Pero entonces aquí es en donde debemos preguntarnos: ¿No sería conveniente que la autoridad y grupo de regidores que elijamos para que ADMINISTREN EFICIENTEMENTE nuestro Municipio, sean los mejores candidatos, con formación académica mínima necesaria, con experiencia laboral mínima requerida y con una hoja de vida sino blanca, al menos perla? Sí pues, es muy difícil y hasta aburrido por ejemplo, exigir y asistir a debates, leer las hojas de vida de todos los candidatos, analizar y comparar los planes de gobierno municipal de cada postulante y conversar entre los vecinos de cada sector organizado de nuestro distrito. En fin, es bastante difícil hacerse responsable del próximo gobierno municipal. Lo que normalmente hacemos, más bien, es permitir que continúe el deterioro constante del nivel de calidad de vida de nuestras comunidades, con personas al frente que, debiendo dejar su vida en el cumplimiento de las funciones y atribuciones confiadas, no hacen nada bien pero cobran sueldos como los mejores, sin la existencia de una organización vecinal, como les gusta y necesitan los malos alcaldes, vecinos ignorantes de lo que sucede en el ejercicio de la función de sus autoridades.

Queda, entonces, el alcalde y su concejo de regidores, solos con su soledad y, claro, con sus intereses particulares y, aunque en el mejor de los casos, el alcalde sea voluntarioso, que no roba mucho y, además, sea buena gente, su gestión será muy pobre, porque carece de lo más importante, el consenso, el apoyo, la fiscalización y la responsabilidad compartida, que certifiquen una BUENA GESTIÓN.

Por graves deficiencias en nuestra formación ciudadana, elegimos mal, nos hacemos a un lado durante el ejercicio de la gestión y reclamamos sólo cuando los errores cometidos nos afectan directamente. Carecemos, entonces, de IDENTIDAD CIUDADANA, que se traduce en que mi distrito no me importa, me importa mi casa, a lo más mi cuadra y que el resto se acomode como pueda; de CULTURA DE PAGO, ¿Pagar los tributos municipales? ¿Para qué? Si no están haciendo nada bueno y que ya vean de dónde sacan el dinero necesario; de ORGANIZACIÓN CIUDADANA ¿Organizarme vecinalmente y participar y apoyar en la elección de las Juntas Vecinales?¿Para qué? Si la antipática de enfrente me cae chinche y el sinvergüenza del costado pone su radio a todo volumen en las noches. No, ni hablar; carecemos también del sano y necesario ejercicio de la FISCALIZACIÓN, que es la necesidad de exigir la total Transparencia de la Gestión y el que nos muestren las cuentas, lo recibido y lo gastado, cómo se recibió, de quién y en qué se gastó. Y, finalmente, ignoramos los derechos y responsabilidades que como CIUDADANOS de una comunidad nos corresponden, es decir, no somos conscientes de que nos asisten unos DERECHOS URBANOS, que el día que aprendemos a ejercerlos, viviremos mucho mejor, casi decentemente.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Llegó la OLA CICLÍSTICA

Como resultado de la necesidad de contar con ciudades más humanas, menos contaminadas y más accesibles al transporte personalizado se ha producido, estimulada por la pandemia, una suerte de OLA CICLÍSTICA espontánea, lo que sería muy beneficioso para las comunidades y sus residentes, pero resulta que nuestras ciudades y su infraestructura, no están convenientemente preparadas para su llegada. En forma paralela y también sin la debida planificación, se han iniciado proyectos de recuperación o expansión de los espacios públicos para peatones, lo que ha generado un problema serio de prioridades y preferencias. En los nuevos espacios públicos logrados se están produciendo peligrosas situaciones por el uso simultáneo de los mismos, por peatones y ciclistas. La ausencia de la señalización adecuada, la falta de conocimiento del uso correcto de la bicicleta y la indiferencia o incapacidad municipal ante los hechos terminará, a punta de accidentes no deseados pero previsibles, por desalentar el uso de la bicicleta o el uso de dichos espacios por los peatones, lo que marcará el fracaso de esta nueva y atractiva experiencia urbana.

El uso intensivo de las bicicletas recreativas o de transporte en una ciudad, requiere de canales de circulación adecuados, que cuenten con la señalización respectiva y un mantenimiento permanente, además de la provisión del mobiliario urbano necesario, iluminación adecuada y especiales zonas de parqueo y seguridad. Se requiere, así mismo, del registro obligatorio de las unidades de ese tipo de transporte para garantizar la calidad y procedencia de las unidades ciclísticas, la seguridad de los peatones y de los propios ciclistas ante un eventual accidente, así como  para resguardar la propiedad de esas unidades de transporte. 

Apoyar la masificación del uso de la bicicleta, como medio de transporte y recreación, en épocas especiales como la que estamos atravesando, debería ser una iniciativa municipal. Los  atropellos o accidentes personales, por leves que fueran, así como la sustracción o robo de bicicletas también constituirían, por tanto, responsabilidad municipal. Entonces, ¿Por qué no adelantarse a los hechos y diseñar Políticas para el Uso Masivo de la Bicicleta, que incluyan los reglamentos, los registros de propiedad, las escuelas de ciclistas, la adecuación de la infraestructura vial y todas las disposiciones que tuvieran que ver, ya no solo con la peatonalización, sino también con la ciclistización de nuestras ciudades.

Hay que señalar, por otro lado, que el uso masivo de la bicicleta como medio de transporte personal es una tarea metropolitana, no lo es de manera alguna, distrital. Algunos ciudadanos bien intencionados están presionando a sus autoridades locales para la implementación de ciclovías en sus distritos, sin entender que todo tipo de vía, para que cumpla su cometido, debe tener continuidad, es decir no sólo debe cubrir los espacios internos, sino que debe prolongarse a través de los distritos circundantes y eso sólo se puede hacer si es que se implementara un Proyecto Metropolitano Integral de Ciclovías, que determine en qué calles o avenidas, de cada distrito, deben habilitarse las mismas, para garantizar su adecuada continuidad. Lo contrario es un gasto inútil del presupuesto local. 

La ciudad de Lima, como muchas provincias del país, son escenarios ideales para la masificación del uso de la bicicleta, por el clima y la topografía. Además de preservar el medio ambiente, contribuye con la salud preventiva personal por el ejercicio realizado, por lo que su uso debería ser una prioridad municipal. Existen distritos con áreas adecuadas y suficientes, por otro lado, para la implementación de espacios ciclísticos para la práctica recreativa o competitiva. Los existentes parques lineales, las amplias bermas centrales permiten el establecimiento de circuitos cerrados, sobre las franjas comprendidas entre los carriles de circulación automotor  y el área verde; por otro lado, en las áreas con frente al litoral, como las que corresponden a los distritos de Chorrillos, Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena del Mar, San Miguel y el Callao, se podrían habilitar en forma conjunta y con un proyecto progresivo, extensas ciclovías de dos o más carriles, así como espacios para competencias reguladas de circuito BMX y similares. 

En fin, el uso de la bicicleta  es una moda que ya llegó para quedarse; tenemos dos opciones, aprovecharla al máximo y convertirla en una herramienta del desarrollo o permitir que se convierta en un problema ciudadano más.