lunes, 4 de octubre de 2021

OIGA USTED, SEÑOR MINISTRO DE SALUD

Señor Hernando Ismael Cevallos Flores, ¿ha tomado usted conocimiento de lo que está sucediendo con los asegurados que viven en Magdalena del Mar y distritos aledaños, en Lima? Son más de 50,000 asegurados que de la noche a la mañana, han sido privados de la atención que por ley les corresponde, en el centro de salud que les había sido señalado y al que han acudido a atenderse durante años porque ahora ese local, se dice, debe cerrar? ¿Qué pasó con el dinero religiosamente aportado durante décadas por esos asegurados? ¿Qué pasó con el principio de subsidiariedad, que dice que hay que cubrir costos ahí en donde no pueden cubrirse, por falta de presupuesto o lo que fuera, para que TODOS, sin excepción, reciban la atención que requieren? Qué pasó con las declaraciones del señor Presidente de la República de mejorar la atención de salud, especialmente la de los más desfavorecidos y vulnerables, como los que ya caminan, a paso cansado, por la tercera edad? Lamento que el señor presidenta de Essalud, Mario Carhuapoma, haya mencionado como principal argumento, que en el local en donde deberían estar asistiendo a atenderse hasta 50,000 pacientes, sólo están asistiendo 7,000 en promedio y que por ello debe cerrarse este local. En realidad, señor Ministro y el señor Carhuapoma lo sabe, quienes no han solicitado citas en estos últimos 18 meses, no lo han hecho por miedo a contagiarse al tener que juntarse con otros pacientes, por pensar que mejor posponían tratamientos que necesitaban, aún los urgentes, en lugar de exponerse y que muchos hayan optado por mendigar apoyo familiar para seguir esos tratamientos en clínicas privadas, para evitar aglomeraciones. Resulta que ahora esos más de 50,000 asegurados tendrán que repartirse entre los locales de Jesús María y el Cercado de Lima, que aunque ahora puedan no tener mucha presión de atención, pero por la misma razón de ausencia como en el local de Magdalena del Mar, dentro de muy poco y gracias a la brillante campaña de vacunación contra el Covid 19 que usted ha dirigido con mucho acierto, todo volverá a la normalidad y esos dos locales señalados no solo reventarán de pacientes, sino que será imposible brindar los servicios complementarios a tanto asegurado. ¿Está queriendo usted auto petardear su propia y casi excelente Gestión señor Ministro?

¿No será y disculpe usted la atrevida suposición, porque argumentos razonables no encuentro, que lo que se está produciendo con el IPRESS MAGDALENA DEL MAR es el desalojo a un inquilino precario que habría dejado de pagar muchos meses de arriendo libremente pactado y los propietarios del local, puedan haber dicho bueno ya fue suficiente. ¿Sabía usted de esa posible "irresponsabilidad" señor Ministro? ¿Conoce y ha hecho algo contra los que resulten responsables?
Las normas de protección al asegurado y a su inalienable derecho de ser atendido de la mejor forma posible no se están aplicando en un gobierno que ofreció apoyar a todos y desaparecer desigualdades. ¿No será que usted y sus altos funcionarios, se atienden en exclusivas clínicas privadas, por lo que no conoce lo que los pobres asegurados tienen que pasar para poder ser atendidos? Lo que nadie podría objetar y sí felicitar, mientras que lo hicieran con su propio dinero, salvo que ello no le permitiera a usted darse cuenta que por otro lado, hay demasiada gente de a pie que también merecería un trato digno y una atención adecuada, en buenos locales y con profesionales de primer nivel y que se suponía el estado tenía la obligación de defender.
No está de más señalarle que casi la totalidad de estos asegurados virtualmente desalojados y abandonados a su suerte, pertenecen a la tercera edad y que, por ejemplo, el local de Jesús María es demasiado estrecho y que desarrolla sus actividades en 5 pisos, de difícil acceso aún con ascensor; que, además, dada la exigua pensión que reciben estos sufridos pensionistas asegurados no podrían cubrir su desplazamiento a otro distrito si tuvieran que pagar un transporte privado y tendrán, más bien, que hacinarse en vehículos de transporte público, justo en estos momentos de pandemia. Cabe señalar que, los servicios que se prestaban en el IPRESS de Magdalena del Mar, eran variados y casi completos, garantizando una adecuada atención y cubriendo las necesidades de análisis requeridos y que no existen, no se brindan, en al menos uno de los locales de reasignación. ¿No será que alguien está pretendiendo hacer negociados con la contratación directa de servicios médicos complementarios a esas empresitas fantasmas que aparecen, justo, en donde está el negocio? Demasiadas cosas sueltas, señor Ministro. Está usted seguro de poder cargar con ese peso, o podrá usted arreglar las cosas dentro de su propia casa e instruir a quien corresponda, anular este atropello al asegurado PERUANO?
Finalmente, se ha indicado que las citas previas, los tratamientos iniciados, las operaciones ambulatorias acordadas, los análisis realizados, ahora que se piensa derivar a los pacientes a otros locales lejanos, todo, enteramente todo, vuelve a fojas cero y habrá que iniciar todo el proceso, desde la cita inicial, con medicina general. Eso ya no es maltrato, señor Ministro, eso ya es un abuso perpetrado por la peor calaña de funcionarios que pudiera existir.
Se podría haber contado con la alcaldía de Magdalena del Mar, que en todo momento ha manifestado ser contraria a esta irracional disposición, en defensa de sus vecinos; o con la Beneficencia Pública y otras instituciones para evitar este atropello a los asegurados, tratando de encontrar un local adecuado para este servicio, en un radio de desplazamiento aceptable, pero no, se optó por lo más sencillo, por lo menos eficiente, por ¿lo más conveniente y rentable?
Existe una serie de versiones con las "verdaderas razones" del cierre de este local, desde la más descabellada, de reducir, a la mala, por falta de la atención requerida, a buena parte de esa carga de asegurados de la tercera edad, hasta la más probable, que hay necesidad de favorecer a nuevos médicos, nuevo personal administrativo y auxiliar y a nuevas empresas de tercerización que están formando cola exigiendo que ustedes cumplan con el ofrecimiento de: Cuando lleguemos les daremos trabajo a todos los que nos apoyaron. Estoy plenamente convencido que no es así. ¿Podrá usted, demostrarlo, señor Ministro de Salud?

ESPERAMOS QUE SÍ.