miércoles, 25 de mayo de 2011

Vargas Llosa y Hernando de Soto

No deberíamos creer en las personas solamente por sus lauros, tal vez nuestro gran error sea el no profundizar y dejarnos llevar por los titulares de los medios de comunicación. Por primera vez una elección presidencial ha contrapuesto sobre el escenario a dos peruanos destacados: Mario Vargas LLosa y Hernando de Soto. Con más pasión que sólidos argumentos, ambos defienden a sus candidatos personales. Vargas Llosa a Ollanta Humala y De Soto a Keiko Fujimori. Las líneas de vida sinuosas que ambos personajes públicos han trazado no son buena carta de presentación para sus posiciones. Me quedo, sin embargo, con Mario Vargas LLosa. Nuestro escritor siempre ha sido liberal, demócrata y desde el momento que alcanzó su mayoría intelectual, es decir, al desembarazarse de Fidel Castro, sus escritos y pronunciamientos han sido consecuentes y, en verdad, no se le puede acusar de venderse o alquilarse al mejor postor. Del señor De Soto no tengo la misma impresión. Su gran movida para apropiarse de una obra grupal como "El otro Sendero" y convertirla en "su" ópera prima no lo pinta muy bien. Apoyar luego abiertamente a Alberto Fujimori antes del 5 de abril de 1992 y solapadamente, después de ese aciago día, tampoco es buena credencial. Pero sobre todo, basar todo su peso político-económico en la premisa de que hacer propietarios a los pobres los convierte en sujetos de crédito y ya está, se desaparecieron los pobres. POOOR FAVOOOR.

Llama la atención el que Vargas LLosa, un neo liberal, con solapero incluido, defienda y proponga al señor Humala como la mejor opción para nuestro país, habida cuenta que don Ollanta se ha manifestado contra el capitalismo, como sistema de gobierno y esté gritando por la inclusión de las grandes mayorías en las decisiones que hay que tomar para que el país arranque de una buena vez. ¿No será que don Mario se ha dado cuenta de que ya no se puede seguir ajustando a los de abajo, en beneficio exclusivo e injusto de los de arriba, sin poner en grave peligro la paz y estabilidad que todo país necesita para sostenerse en el tiempo? ¿Cómo es que dos neo liberales confesos toman distintos caminos? Me atrevo a decir que Mario Vargas Llosa siempre ha mantenido su independencia intelectual y, errado o no, las decisiones que ha tomado, sustentado y llevado a la práctica, obedecen a su propio parecer, creencias, temores y pasiones. El señor De Soto, por el contrario, es hijo, promotor entusiasta y hasta cancerbero, del sistema económico imperante en el mundo, ciertamente no por cariño, sí por honorarios. Hubiera sido bueno, en todo caso, que ambos se presentaran ante la opinión pública a debatir sus ideas, pero creo que Vargas Llosa ha entendido que más gana De Soto y su mentora, Keiko Fujimori, al prenderse del escritor, que a nivel de pueblo y vulgo, es muchísimo más conocido que el pretendido economista, exitoso asesor internacional, pero un gran desconocido al interior del país.

Debo anotar que me molesta, personalmente, que el señor De Soto se presente y presente "su teoría" como la solución definitiva a los problemas de pobreza e inclusión en el mundo, especialmente en el Perú. Me molesta que pretenda sorprendernos con una parábola creada por sus entusiastas promotores y que defiende a capa y espada que la inclusión de los pobres empieza en un título de propiedad. No señor De Soto, eso es una gran mentira. Eso equivale a que un club social, de alta raigambre elitista, tome la decisión de vender membresías a los que están afuera, con la cara pegada a los cristales, pugnando porque lo dejen entrar, con la intención de desaparecerlos, fea vista son, y luego, cuando estén dentro, relegarlos a algún sótano o azotea y haciéndoles piscina a parte para que no se mezclen con nuestros hijos, igualados éstos. Decir que una persona, al formalizarse y convertirse en propietario, mediante larguísimos y criminales sistemas de crédito, va a solucionar sus problemas económicos porque ya podrá ser sujeto de crédito y será considerado dentro del sistema económico y financiero es la más asquerosa mentira que alguien puede sostener. Lo que el sistema necesita es anular la competencia "informal", que maneja otros códigos, otras consideraciones, que ha demostrado que con trabajo y ahorro obligado, pero sin mantenimiento de cuentas ni cargos extras, se puede llegar lejos. Sí pues, buena estrategia, si no puedes vencerlos, únete a ellos. Pero en este caso se pretende hacerlo con las reglas de juego de "los formales" es decir de los dueños del club. Espero que para más adelante alguien pueda desenmascarar a este propagandista rentado de un sistema que está haciendo agua, especialmente en el país, y que hay que modificar rápidamente antes de que nos coma la ola. La gente aguanta, pero no por siempre.

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