El ser humano es gregario por naturaleza y por conveniencia. El centralismo y, posteriormente la globalización dominantes, han determinado la ocupación de extensas zonas urbanas, que en casi la totalidad de los casos, han privilegiado intereses individuales, en detrimento de la calidad de vida urbana.
CONSIDERANDO QUE:
1. Las ciudades han surgido y/o han sido creadas para el desarrollo y realización de la persona humana y su vida en comunidad.
2. La priorización de soluciones a problemas de transporte urbano a nivel del suelo, en detrimento del uso del mismo por la persona humana, ha acarreado la expropiación de la ciudad en beneficio de los vehículos automotores.
3. La permisividad de algunas autoridades en cuanto al mal uso de la propaganda visual y sonora en zonas importantes de nuestras ciudades ha despersonalizado el uso de las mismas, convirtiéndolas en zonas de batalla del consumismo.
5. La complaciente y hasta temerosa política de justicia de nuestro país, así como la ineficiente seguridad ciudadana que comprometen al gobierno central y a la propia vecindad, han convertido a nuestras calles en zonas de terror y espanto permitiendo la ocupación violenta y permanente de gavillas organizadas de delincuentes.
6. La increíble inexistencia de una verdadera Política Nacional de Vivienda que privilegie el acceso de la misma a los sectores más necesitados ha sido determinante para el mal uso del suelo urbano y en algunos casos de una explotación desmedida, sirviendo a intereses particulares que han lotizado la ciudad de acuerdo a su propio beneficio.
7. La ineficiente, ineficaz y, en algunos casos, delictiva prestación de servicios públicos y su escala de tarifas han sido determinantes para el empobrecimiento de la calidad de vida de nuestras familias.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Todo ciudadano tiene derecho a:
- Ser el fin único y excluyente de la planificación, creación y renovación de las ciudades. La rehumanización de las ciudades es una necesidad perentoria que requiere de un adecuado margo legal y normativo.
- Participar activa y plenamente en la elaboración del presupuesto y planes de su gobierno municipal. La recuperación de la cultura cívica y la instauración de un verdadero gobierno participativo serán las bases de una nueva ciudad.
- Hacer uso de una unidad de vivienda digna. Se requiere de novedosos planes municipales de vivienda, que contemplen la renovación asistida y la adecuación obligatoria.
- Habitar dentro de un entorno físico con la mejor calidad de vida posible. Es necesaria la estandarización de la normatividad para los diferentes espacios de la ciudad, privilegiando el uso residencial de la misma.
- Utilizar todos los servicios públicos con tarifas justas y equitativas. Las empresas que brindan los servicios públicos deben trabajar de acuerdo a los planes locales de consolidación y expansión urbana, brindando los servicios requeridos, sin excepción alguna.
- Tener acceso a todos los servicios complementarios que permitan su desarrollo integral. Los planes de ocupación del suelo urbano y la organización de usos y funciones deben responder estrictamente a las necesidades humanas y no a intereses económicos particulares.
- Vivir con plena seguridad física y psicológica. Las autoridades respectivas y la administración de justicia deben privilegiar el respeto a los derechos de la persona humana y la convivencia en armonía.
Acotaciones finales:
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