domingo, 13 de diciembre de 2009

A los señores Regidores Municipales

¿Habrá forma de hacerle entender a los señores regidores en ejercicio y, por supuesto, a quienes tienen como sueño dorado el convertirse en uno de ellos, que su función no es la de ser adorno o estorbo, ni objeto negociable, en el concierto municipal?; ¿Que de ninguna manera son relleno de listas ni socios obligados de "las grandes ideas del alcalde", que casi siempre terminan en estropicios y faltas graves contra la comunidad que los eligió?; ¿Que no le deben nada a nadie porque, supuestamente, nadie les ha regalado el puesto si no que se lo han ganado en una limpia contienda electoral y por méritos personales, al apuntalar un proyecto municipal de desarrollo sostenido en el que creían firmemente y que están dispuestos a defender con su vida, para demostrar que no son unos míseros politicastros de segundo nivel?; ¿Que lo que reciben del presupuesto municipal no es, en modo alguna, una dádiva del alcalde de turno ni una colaboración de los amigos más influyentes dentro del municipio en el que ejercen funciones?; ¿Será muy difícil además hacerles entender que con su actitud displicente y de "mayormente desconocimiento", están avalando, con su cabecita de sube y baja y sus orejitas selladas como la muralla china, actos que pueden ser penalizados por la ley y terminar, ello mismos, con sus huesos y grasas en una, no muchas veces cómoda ni dorada cárcel, habida cuenta que no son tan importantes como Fujimori o Montesinos?

¿Cómo se conforma una lista de regidores que participará en una contienda electoral? Si es una lista de un partido político, definitivamente primarán los intereses de grupo y se impondrán vertical y autoritariamente nombres de personas que han aportado convenientemente o que por alguna razón merecen consideración y ubicación especial, es el caso de los familiares, amiguísimos y amantes. En algunos grupos independientes también prima el interés económico y los primeros lugares serán ocupados por personajes que aunque no sepan nada del asunto tienen los medios para aportar a la campaña electoral, para que sea la más grande y bullanguera que se haya hecho en este distrito, no faltaba más. Y esto es lo tremendamente injusto de nuestro sistema electoral municipal. Entran los primeros de la lista ganadora y los primeros, hasta donde alcancen, de las listas perdedoras. Casi siempre el número 1 o 2 de cada lista. Sí, justamente ese que requiere más posibilidades de entrar, por ubicación, para recuperar su inversión, aunque la cabeza de la lista, el candidato a alcalde, perdiera. Y ya está, tenemos así un Consejo Municipal conformado por la mayoría de la lista ganadora y los primeros de las otras listas. Por ello es que es tan fácil negociar luego, cuando las elecciones teminaron y las aguas se aquietaron, con estos regidores, que para eso son muy buenos. Me das un viajecito con gastos pagados a Italia, para estudiar en un seminario sobre Participación Ciudadana ó Empoderamiento Ciudadano y te pongo la firma en esa concesión del parqueo que necesitas, o en esa otra de la construcción de lozas deportivas. Eso sí para firmarte la concesión del recojo de la basura, en la que si hay plata grande, me imagino que te bajarás un bono de productividad mensual y las bonificaciones de Navidad y escolaridad adelantadas, mínimo. Lo de las licencias de construcción de edificios y los cambios de zonificación lo veremos como se vayan presentando las cosas.

¿Para eso sirven los regidores? La mayoría de los ciudadanos no los conoce. Por ellos no votan en realidad, ni siquiera se han tomado la molestia de leer sus nombre en el folleto de propaganda electoral que recibieron. Algunas veces descubren, muy tarde que, sin querer, han ayudado a que entre como regidor a alguien que se le conoce como el más tramposo del barrio. Salvo excepciones, así es siempre. Tal vez porque postula a regidor municipal el que sabe que no tiene condiciones para liderar el grupo, que no tiene trabajo, o que sí lo tiene y quiere expandir sus negocios. Y eso no es justo. La labor de un regidor es la de legislar sobre su comunidad y fiscalizar la gestión municipal. Si se parcializa, se vende, se alquila o se presta a las malas jugadas, entonces no existe. ¿Ha considerado la autoridad electoral el problema que se genera por no haber implementado otra forma de elegir a los regidores? Tal vez no y por ello tenemos, en cada municipio, al costado y alrededor del alcalde, en el mejor de los casos, un grupo de anónimos con cara de qué hago aquí, pero qué bien saben inflar el pecho en cada ceremonia oficial o, en el peor de los casos, una verdadera gavilla de lo peorcito de la comunidad, con la baba de la hiena y la mirada del galllinazo, dispuesto a batirse, a más que pañuelazos, por las utilidades y beneficios que su función le permita, o aunque no se lo permita también.

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