miércoles, 9 de enero de 2013

Los Cambios de Zonificación

¿Qué pasa cuando usted se acuesta en zona residencial de densidad media, es decir con los alrededores de su casa determinados para una altura máxima de cinco pisos, con una cantidad de personas y vehículos aceptables y se despierta usted dentro de una futura selva de edificios de 10, 12, 15 y hasta más pisos, con cientos de nuevas familias y posibles vehículos nuevos, por el arte de birlibirloque de sus autoridades municipales? No sé, creo que tendría que buscar otro sitio en dónde vivir, porque yo me demoré años en elegir la zona, otros tantos más en juntar el dinero para construir mi casita para toda la vida, con la seguridad de que en esta cuadra no habría más de 10 familias y sus correspondientes parientes pobres y nada más. Bueno pues, qué pena, agarre su periódico porque se va a tener que mudar. Sí pues pasa, y pasa cada vez más seguido.

Pero ¿Cómo, no que todos los distritos nos regíamos por un Plan de Desarrollo Urbano, con un horizonte mínimo de 15 años y que para cambiar las cosas no tenían que presentarse dichas variaciones a la propia comunidad, esperar un tiempo prudencial para ver si nadie se oponía para luego, previa comunicación a Lima Metropolitana y luego de la espera de su aprobación final, recién publicar dichos cambios para que se ejecuten? Sí claro, y también llueve para arriba.

Sucede, mi estimado amigo, que lo que usted crea o espere no tiene mayor relevancia a la hora de cumplir con los ofrecimientos de campaña, de devolver con favores especiales el dinero prestado, o de canjear necesidades de "aprovechar al máximo" el terreno adquirido para un determinado proyecto inmobiliario, por buenos empoces de dinero en las cuentas personales de las autoridades correspondientes o, simplemente, porque al señor reyezuelo local le salió del forro que ahí en donde antes se podían construir hasta 4 ó 5 pisos, ahora se podrán construir 12 ó 15, porque sí pues, porque yo soy el que manda y se hace lo que yo digo.

¿De qué otra forma podemos explicarnos lo que está sucediendo en los distritos, especialmente de la zona central, de Lima Metropolitana? Bueno y ¿a qué tanta vaina por los cambios, a quiénes les afecta? ¿No es mejor acaso sacarle más provecho a los terrenos urbanos de distritos consolidados, es decir que ya no tienen por dónde expandirse, porque ya se acabaron los terrenos libres? Sí claro, es lógica la respuesta, casi elemental, mi querido Watson, pero ¿meter 84 familias ahí en donde había una no es, digamos, contraproducente? ¿Peligroso? No hombre, ¿qué va a pasar? ¿Acaso se van a saturar las redes de servicios? ¿Acaso van a aumentar los vehículos y su necesidad de parqueo, o la contaminación ambiental, sonora, visual? ¿Acaso se va a necesitar más espacios libres, sobre todo verdes, para los nuevos miembros de la comunidad? ¿Ah, sí? Bueno pues, aguante, que así es el desarrollo y si no le gusta se me va ligerito, que tengo una buena cantidad de compradores esperando por nuevos terrenos desocupados para seguir construyendo más edificios. Habrase visto, oponerse al desarrollo, a la modernidad. Oiga demasiado conservador había sido usted, ¿no?

Vamos por partes. Nadie, ni siquiera la máxima autoridad elegida de una determinada comunidad, tiene el derecho de cambiar las reglas de juego, en lo que a tenencia de propiedad, parámetros constructivos e índices de uso del suelo urbano se refiere. Los cambios inconsultos, las variaciones de zonificación, tienen carácter de nueva norma con nombre propio, el del que me pone el billete. Y eso está penado por ley. Que los ciudadanos perjudicados no sepan cómo hacer la denuncia respectiva y la demanda pertinente para que se restituyan a su estado original las cosas o sean resarcidos por la lisura, no quita que exista la falta. Es más, los Colegios Profesionales y la misma Defensoría del Pueblo, deberían actuar de oficio en defensa del desarrollo integral y sustentado de una determinada comunidad. ¿O es que también reciben la suya dichos organismos? De verdad, no lo creo, pero que son desidiosos o incompetentes, de eso sí estoy completamente seguro.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario