domingo, 27 de diciembre de 2009

La Gestación de una campaña electoral

Se ha señalado, en principio, el domingo 3 de Octubre del 2010 para la realización de las elecciones municipales y regionales en el país; la publicidad y el bochinche respectivo culminará entonces, el domingo 26 de Setiembre, porque así lo manda la ley electoral. Es decir, estamos, a partir de hoy domingo 27 de Diciembre, exactamente a 9 meses de la fecha límite para hacer uso de todo con lo que se pueda contar y con lo que no también, para posicionarse como el candidato ideal para el votante. Pagar publi cherris, dar propina a los periodistas que se prestan a ello, rogar para que te inviten a los programas humorísticos o de la farándula, regalar calendarios, polos, llaveros, dar besitos y apretones de manos a diestra y siniestra, imprimir volantes, afiches, carteles y cartelones; alquilar oficinas, autos o camionetas con megáfonos, hacerte un himno, pagar a algunas encuestadoras que te harán el favor de ponerte un par de semanas como el candidato favorito, enviar cientos de notas de prensa a los diferentes diarios y revistas para que aunque sea publiquen un par. Amistarte con la esposa, asistir a misa, ir a comer a restaurantes concurridos, rogarle a los vecinos para que pongan tu cara sonriente en sus ventanas o techos y prometer, cada vez que tengas un micro o un par de vecinos al alcance, que cuando seas alcalde, por Dios que a todos les va a ir bien. Si pues, para eso sí estamos preparados y los votantes esperan eso y nada más. Si tienes suerte y tu apellido suena bonito, eres pintón y te respalda un partido mediano o grande, además de contar con el favor económico de tus socios a futuro, que luego te exigirán recuperar su inversión en el menor tiempo posible, entonces ya estás casi seguro. Pero, ¿y el programa municipal de gobierno?; ¿Y el proyecto integral de desarrollo sustentado y sostenible para tu distrito o provincia?; ¿Y tu equipo de trabajo?

He escuchado lamentaciones de todo calibre, pasadas la emoción y la euforia de las elecciones, diciendo cómo me equivoqué, cómo fui a votar por este simplón, este pobre diablo y otros adjetivos un poco más subidos de tono. Si les preguntamos a esas personas por qué votaron por ese candidato, la respuesta siempre será: pero si era el ganador, así lo decían las encuestas, los amigos, las notas en los periódicos. Mejor hubiera votado por fulano, aunque igual no hubiera ganado. Y debo reconocer que a mí no me gusta votar a perdedor. Bueno pues, para otra vez será. Hay que ser bien baboso para seguir pensando de esa manera. Equivocarse al elegir un alcalde es desperdiciar cuatro o más años de la vida de tu comunidad, es muchas veces empeñar, a futuro, las cuentas municipales que no permitirán un verdadero crecimiento, es quedarse relegado en el concierto inter distrital, mientras los otros avanzan y posicionan muy bien a su distrito en las preferencias comerciales metropolitanas, en la revalorización de los terrenos y propiedades y hasta en el mejoramiento de vías principales, gracias a que cuentan con un verdadero líder promotor del desarrollo.

Y aunque parezca mentira, elegir bien puede ser lo más fácil del mundo. Simplemente hay que interesarse, hay que pensar en qué conviene a los intereses de mi propia comunidad, tener una idea clara de las funciones y responsabilidades de las personas que vamos a elegir, pero, por sobre todo, escuchar bien y tratar de ver más allá de las apariencias. Olvidarse de las encuestas, mirar con recelo las campañas bullangueras y costosas, olvidarse, por esta vez al menos, de los partidos políticos y sus recomendados o favoritos, teniendo presente que todo momento cuenta y que aunque el cartero llame dos veces, la oportunidad se presenta una sola vez. Particularmente veo las elecciones municipales del 2010 sumamente difíciles. El Apra, que es el partido en el gobierno central, no permitirá que se le escapen de las manos los territorios ganados a sangre y fuego hasta el 2009; sí mas bien, tratará de acumular nuevos espacios políticos, pues en los meses siguientes, en las elecciones generales, se las jugará todas para salvar el pellejo y que no entren acuciosos mirones a ver cómo es que dijo que fue. Sería sumamente penoso que por esta y alguna otra razón de similar índole, volvamos a perder la oportunidad de rectificar y rectificarnos.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidades Municipales

Ha llegado la Navidad y todas las municipalidades han llamado a las empresas que creen les deben favores para pedirles, exigirles mejor, que les colaboren con las chocolatadas, los regalos para los hijos de los trabajadores y para algunos niños pobres del distrito también. Y, claro, para cubrir las gratificaciones de los trabajadores municipales y, ¿para tapar algún huequito contable?Pues, son necesarias las amnistías tributarias para que los vecinos se pongan al día y llenen las talegas municipales para pasar en azul y sin reclamos laborales. Ah, sí, para que no piteen los sufridos comerciantes a los que se ajusta con cobros desmedidos, hacerles algunas concesiones para que puedan vender más y de paso también ponerse a día. Y ya está, ésa fue la Navidad municipal. Y hasta el próximo año, a las próximas chocolatadas y las nuevas amnistías. Qué pena da y qué vergonzosa la actitud de nuestras autoridades locales. Ya no es solo falta de creatividad, es más bien un grotesco aprovechamiento de una fecha determinada para ellos pasarla bien, ser regalones con la ajena pensando, claro, en las posibles reelecciones y de paso recaudar, la fecha es propicia.

Empecemos por el final. Cuando la gestión es mala, la recaudación tributaria anda en lo mismo. Cuando la población percibe que hay estafa de por medio, apropiación ilícita de las arcas municipales, beneficios personales de las herramientas y propiedades municipales, entonces los vecinos dicen naranjas, a ti no te pago ni de vainas. Además de que los montos a cobrar no son los justos ni equitativos, entonces para qué pagar. Y aquí viene lo tremendamente injusto del sistema, un buen porcentaje de vecinos anda al día, más por evitar problemas que por poseer una adecuada cultura de pago y pagan sin descuento, por adelantado y sin facilidad alguna. La amnistía por el contrario permite que usted pague lo que no pagó hace dos años, sin moras, multas ni nada parecido. Primero, amnistiarte es reconocer que mi cobranza no es todo lo justa que debiera y que da lo mismo que me pagues dos años después cuando yo contaba con tu dinero para mi presupuesto a ejecutar. Esto demuestra que los cálculos no son correctos, que en realidad cobro de más por si acaso me falte, que la administración es pésima, que no se cuenta con el apoyo real de la población y que como no me queda otra, te lo perdono todo y me burlo del vecino cumplido, que el próximo año hará lo mismo calladito no más.
En segundo lugar extorsionar, vía el "colabórame pues", a las empresas más sólidas de la comunidad, para quedar bien con los niños pobres del distrito es casi un delito. Las empresas que se asientan en una comunidad se deben a los vecinos, que los favorecen con su preferencia y no a las autoridades municipales, aunque éstas les hayan regalado las licencias o les hayan hecho concesiones indebidas. Ninguna empresa está obligada a "colaborar" con la municipalidad para que ésta quede bien. A no ser, claro, que esté en falta. Pero ello equivale a robarle al ladrón, que aunque genere cien años de perdón, está oficializando una política municipal informal y los arreglos bajo la mesa. Si claro, pero aunque yo no le deba nada a la municipalidad y tenga todo en regla me expongo a la ira de la autoridad y de los municipales uniformados. Sí pues, todos hemos sido testigos de cobardes agresiones y abusos por parte de la autoridad municipal, así como de regalos y prebendas indebidas e injustas. Pero ahí vamos, tranquilitos y calladitos no más.

En tercer lugar, las gratificaciones de los trabajadores municipales constituyen un derecho laboral y, como tal, debe ser presupuestada y contar con las transferencias respectivas, como la ley lo manda. Pero claro, si quiero ser generoso con cierto grupo de funcionarios y regidores siempre me va a faltar y por ello debo apelar a cualquier tipo de recurso para paliar el asunto. Dios, cuántas estupideces e injusticias se cometen para celebrar el cumpleaños de tu hijito.
Muy bien señora, disculpe usted, sólo critico y nada de aportes ni sugerencias para celebrar en paz, con alegría y sobre todo sin apuros ni estrangulamientos económicos. Aunque usted no lo crea eso es más fácil que meter la mano a la billetera del esposo o a la cartera de la esposa. ¿Primero, cómo quieren celebrarlo? Que se abstengan de responder los que no saben no opinan o mayormente desconocen, porque siempre hay estúpidos en cada barrio. La autoridad municipal debería propiciar un acercamiento entre los propios vecinos, con el respaldo y la seguridad policial respectiva, no vaya a ser, por ejemplo, que el vecino de enfrente, ese que se parece a Badani, se quiera levantar una esposa ajena. Conformar grupos de voluntarios, que dirigidos por equipos municipales, limpien fachadas, arreglen el mobiliario urbano, ahí sí, que las empresas ayuden, a cambio de propaganda sin costo, con pintura, andamios, mano de obra, que haya muchas luces sin que Edelnor o Luz del Sur, se aleonen, Diciembre no debería ser el gran negocio eléctrico. Que si se escogió una celebración tradicional se haga a todo dar, con los propios vecinos como actores. Qué miércoles hago contratando a un grupo rappero o a la piernona animadora de fiestas infantiles de turno, si los demás sólo van a mirar, aunque en el segundo caso sea agradable. Que desde el 15 de Diciembre los restaurantes, cafeterías y todos los negocios que quieran, sin ruido y dentro de lo que la decencia y buen gusto mandan, permanezcan abiertos hasta las 12 0 1 de la mañana. No hay amnistías y así como Ripley y Saga dicen, este mes no pague, también debo darle facilidades a los contribuyentes. Si eres católico, la mayoría todavía lo es, una buena misa del Gallo, al aire libre, con fuegos artificiales que han donado las empresas del distrito, pero sin coacción y sin que sientan que les estoy metiendo la mano al bolsillo. Que vengan compradores de afuera, claro eso es bueno para nuestro comercio local, pero sin rebasar las normas ni capacidad, o extendiendo los horarios para que más gente se beneficie sin alteraciones ni locuras. Nadie, literalmente nadie de mi distrito, debe quedarse sin una buena cena y si es niño, su regalo y sin la alegría de compartir. Pero claro, para hacer todo esto, que no sólo es fácil si no tremendamente divertido, se necesita no tener rabo de paja, no estar pensando en la mía, si no en la nuestra. En fin, se necesita ser un buen alcalde, un buen funcionario, un buen vecino y querer lo mejor para todos, porque es la única forma de que yo mismo me beneficie. Tiene razón señora, mejor me callo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

A los señores Regidores Municipales

¿Habrá forma de hacerle entender a los señores regidores en ejercicio y, por supuesto, a quienes tienen como sueño dorado el convertirse en uno de ellos, que su función no es la de ser adorno o estorbo, ni objeto negociable, en el concierto municipal?; ¿Que de ninguna manera son relleno de listas ni socios obligados de "las grandes ideas del alcalde", que casi siempre terminan en estropicios y faltas graves contra la comunidad que los eligió?; ¿Que no le deben nada a nadie porque, supuestamente, nadie les ha regalado el puesto si no que se lo han ganado en una limpia contienda electoral y por méritos personales, al apuntalar un proyecto municipal de desarrollo sostenido en el que creían firmemente y que están dispuestos a defender con su vida, para demostrar que no son unos míseros politicastros de segundo nivel?; ¿Que lo que reciben del presupuesto municipal no es, en modo alguna, una dádiva del alcalde de turno ni una colaboración de los amigos más influyentes dentro del municipio en el que ejercen funciones?; ¿Será muy difícil además hacerles entender que con su actitud displicente y de "mayormente desconocimiento", están avalando, con su cabecita de sube y baja y sus orejitas selladas como la muralla china, actos que pueden ser penalizados por la ley y terminar, ello mismos, con sus huesos y grasas en una, no muchas veces cómoda ni dorada cárcel, habida cuenta que no son tan importantes como Fujimori o Montesinos?

¿Cómo se conforma una lista de regidores que participará en una contienda electoral? Si es una lista de un partido político, definitivamente primarán los intereses de grupo y se impondrán vertical y autoritariamente nombres de personas que han aportado convenientemente o que por alguna razón merecen consideración y ubicación especial, es el caso de los familiares, amiguísimos y amantes. En algunos grupos independientes también prima el interés económico y los primeros lugares serán ocupados por personajes que aunque no sepan nada del asunto tienen los medios para aportar a la campaña electoral, para que sea la más grande y bullanguera que se haya hecho en este distrito, no faltaba más. Y esto es lo tremendamente injusto de nuestro sistema electoral municipal. Entran los primeros de la lista ganadora y los primeros, hasta donde alcancen, de las listas perdedoras. Casi siempre el número 1 o 2 de cada lista. Sí, justamente ese que requiere más posibilidades de entrar, por ubicación, para recuperar su inversión, aunque la cabeza de la lista, el candidato a alcalde, perdiera. Y ya está, tenemos así un Consejo Municipal conformado por la mayoría de la lista ganadora y los primeros de las otras listas. Por ello es que es tan fácil negociar luego, cuando las elecciones teminaron y las aguas se aquietaron, con estos regidores, que para eso son muy buenos. Me das un viajecito con gastos pagados a Italia, para estudiar en un seminario sobre Participación Ciudadana ó Empoderamiento Ciudadano y te pongo la firma en esa concesión del parqueo que necesitas, o en esa otra de la construcción de lozas deportivas. Eso sí para firmarte la concesión del recojo de la basura, en la que si hay plata grande, me imagino que te bajarás un bono de productividad mensual y las bonificaciones de Navidad y escolaridad adelantadas, mínimo. Lo de las licencias de construcción de edificios y los cambios de zonificación lo veremos como se vayan presentando las cosas.

¿Para eso sirven los regidores? La mayoría de los ciudadanos no los conoce. Por ellos no votan en realidad, ni siquiera se han tomado la molestia de leer sus nombre en el folleto de propaganda electoral que recibieron. Algunas veces descubren, muy tarde que, sin querer, han ayudado a que entre como regidor a alguien que se le conoce como el más tramposo del barrio. Salvo excepciones, así es siempre. Tal vez porque postula a regidor municipal el que sabe que no tiene condiciones para liderar el grupo, que no tiene trabajo, o que sí lo tiene y quiere expandir sus negocios. Y eso no es justo. La labor de un regidor es la de legislar sobre su comunidad y fiscalizar la gestión municipal. Si se parcializa, se vende, se alquila o se presta a las malas jugadas, entonces no existe. ¿Ha considerado la autoridad electoral el problema que se genera por no haber implementado otra forma de elegir a los regidores? Tal vez no y por ello tenemos, en cada municipio, al costado y alrededor del alcalde, en el mejor de los casos, un grupo de anónimos con cara de qué hago aquí, pero qué bien saben inflar el pecho en cada ceremonia oficial o, en el peor de los casos, una verdadera gavilla de lo peorcito de la comunidad, con la baba de la hiena y la mirada del galllinazo, dispuesto a batirse, a más que pañuelazos, por las utilidades y beneficios que su función le permita, o aunque no se lo permita también.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Oiga usted señor alcalde metropolitano

Me permito, señor alcalde metropolitano, Gestión: Dr. Luis Castañeda Lossio, discrepar directa y rotundamente con el setenta y demasiado por ciento de aprobación con que usted cuenta en la ciudad de Lima. Lamento que la conciencia ciudadana no vea más allá de su propia aura. Un caso de miopía civil de un grupo demasiado grande de vecinos, al menos eso dicen las encuestas contratadas, que ha llegado a hacernos dudar del sistema utilizado para elegir a nuestras autoridades municipales. No se puede afirmar, en modo alguno, que la labor del actual alcalde metropolitano sea de lo peor, claro que no. Obras se ven, cierto ordenamiento se ve, visos de modernidad también, pero lo que no se ve por ningún lado es una visión de futuro que tenga como centro al ser humano y su desarrollo personal y familiar. Se ve sí, un deseo desmedido, de pasar, como sea, a la posteridad mediante obras materiales que han ido expropiando la ciudad y sus espacios urbanos y deteriorando las relaciones ideales entre los diferentes agentes y componentes urbanos. Monumentales, faraónicas ellas, dispendiosas casi todas, contraproducentes algunas, innecesarias muchas, que han ubicado al ciudadano de a pie como un sujeto ajeno a su entorno.
Tal vez lo peor de esta gestión es el no haber trabajado por la ciudad de Lima y para los habitantes limeños. Es como remodelar tu casa y que te sienten a la puerta sin poder entrar, privilegiando el acceso de las visitas mientras miras nada más. ¿Quién le dijo al señor alcalde, Gestión: Dr. Luis Castañeda Lossio, que los limeños preferían pistas, autopistas, tréboles, puentes elevados, intercambios viales, en lugar de plazas, parques, coliseos, gimnasios, espacios comunales abiertos y libremente accesibles. Parques y fuentes sí, pero sin tener que pagar para entrar. Tal vez los asesores solidarios le han hecho creer a don Lucho que se puede gastar sin límite en obras que se ven bacán aunque no sirvan de mucho, a las que ya se acostumbrará el pueblo y que dan imagen. Nadie podrá negar que la labor populista ha logrado su cometido a través de las escaleritas y eso sí los hospitales solidarios. Utilizando para ello, faltaba más, la omnipotente y omnipresente SAT, que a punta de cachiporra tributaria y chaveta penalizadora se han llenado las alforjas que costean, sin problema y con "alita" incluida, las faraónicas obras realizadas. Así es, los excesos constructivos de don Lucho salen de los bolsillos del contribuyente.
Ha habido un exceso, casi un abuso, en cuanto a la permisividad constructiva y a los cambios de zonificación urbana, que han convertido apacibles zonas de desahogo visual y ambiental en apretados callejones verticales, sin las áreas verdes necesarias ni las áreas de amortiguación vial que requiere todo agrupamiento urbano. ¿Qué pasó con la reglamentación?; ¿Qué pasó con las condiciones mínimas de convivencia?; ¿Qué pasó señor alcalde, Gestión: Dr. Luis Castañeda Lossio, con una verdadera gestión municipal, que se debe a sus verdaderos patrones: los vecinos mismos?; ¿Perdió usted la brújula de su accionar y se olvidó completamente del verdadero encargo recibido?
La labor de gerente general metropolitano obligaba a la coordinada y ejecutiva acción con los otros 42 distritos limeños. ¿Cuántas reuniones se han realizado?; ¿Todas las acciones de reordenamiento vial y transformación de la ciudad han sido tratadas con el distrito en el que se ha intervenido, en algunos casos con acciones de cirugía urbana mayor?; ¿No era su función el evitar que los alcaldes distritales, otros reyezuelos de rango menor, realizaran obras y cambios de zonificación urbana para favorecer a entidades privadas en perjuicio de sus propios vecinos? No puede usted alzarse de hombros, señor alcalde Castañeda, ante todos los estropicios realizados por los caciques distritales, por cuanto era su obligación ineludible convocar y hacer funcionar la Asamblea Metropolitana, presidida por usted y conformada con los otros 42 alcaldes elegidos, por lo que le alcanza responsabilidad ante lo hecho y lo dejado de hacer. ¿Lo entenderán sus asesores, o están demasiado ocupados en ver cómo hacer caja para las próximas elecciones municipales?}
No todos los alcaldes metropolitanos han sido malos en la historia de Lima. Ha habido gestiones y alcaldes exitosos; muy pocos es cierto, pero han demostrado que de darse el escenario correcto, el momento justo, el equipo de trabajo adecuado y un buen proyecto a desarrollar, se puede hacer una excelente gestión. ¿Dónde se origina todo? Aparentemente en el voto ciudadano, que elige a sus propias autoridades. Pues no. Ahí no. Nace en el sistema de elecciones municipales, en la forma en que se vota, en las normas que permiten se inscriban los partidos o movimientos, en la exigencia del número de firmas, en la permisividad para que se presenten a la votación única y definitiva 20 candidatos o más, en la vista gorda de la autoridad electoral ante las millonarias campañas de algunos candidatos, en la labor "concientizadora" de empresas encuestadoras mafiosas o mercenarias que se alquilan al mejor postor, en los intereses de grupo y muchos vicios más. Pero todo, todo, tiene como principio y fin el ciudadano mismo. Su actitud, participativa, vigilante y fiscalizadora o desidiosa, complaciente y apañadora, determinan la calidad de una gestión municipal, aún antes de que ésta tenga lugar. Por ello, aunque reitero que no me parece exitosa la Gestión: Dr. Luis Castañeda Lossio, culpo al vecino de lo malo que don Lucho ha hecho y de lo que esté pensando hacer. Sí pues, pareciera que de ésta también se salvará.